Por Juan Jesús Ayala.

Y no solo es ese tiempo el de espera para la intervención de un cáncer de mama porque la  norma del SCS hace hincapié que se puede llegar hasta 150 días de demora. Se ve que los legisladores no se sabe en que estarían pensando cuando optaron por este tiempo, seguramente no tendrían en su familia a nadie que tuviera esta dolencia.

Pero si la realidad en nuestro medio, el canario, es la media de 60 días lo que está establecido tendremos que hacer una serie de puntualizaciones que alargarán aun mas la espera.

Un día una  mujer siente en su pecho un bulto que no duele pero que nota  que no desaparece  por lo que  tiene que pedir cita con su medico de cabecera ante la preocupación sentida. No le dan cita al momento, pasaran 10 o 12 días como situación más favorable. El facultativo la observa y ante la duda que le asiste la envía al ginecólogo de zona donde tardarán en darle cita  dentro de un par de meses. Pero el especialista quiere tener claro la sospecha de su diagnostico y la envía al radiólogo para que le haga una  mamografía, la cual  tarda  unas dos o tres semanas. Ante esto nueva cita con el ginecólogo para que le informe el diagnostico radiológico, el cual solicita a su vez a Anatomía Patológica una    biopsia para verificar que  tipo de tumor y  fase  en que se encuentra.

Entonces cuando el proceso está ordenado y adecuadamente diagnosticado y se llega a la conclusión de padecer un cáncer de mama se le envía al hospital para que la cita de su intervención, la que tardará, con suerte 60 días o los 150 que estípula la normativa  del SCS.

Todo este proceso al cual se le somete a una enferma con una enfermad terrible  ¿a que se debe cuando, por ejemplo, en Navarra no hay lista de espera para tumores y se les aborda en un plazo no mas allá de 18 días? Generalmente al déficit de sanitarios tanto en Primaria como Especializada como Hospitalaria.Y de todo esto ¿quien es el máximo responsable?. Es fácil dar con la respuesta:los que gestionan la sanidad publica canaria.

Una vez que se ha producido la intervención quirúrgica ahí no termina el cuidado de la enferma; ya que habrá que estudiar que tratamiento hay que darle, si es medicación estrogenica, quimioterapia o radioterapia. Pues bien si esta enferma esta en una isla, por ejemplo la de El Hierro y se ha optado por la radioterapia.¿que hacer?. ¿De que recursos se dispone?. Pues tendrá que desplazarse a Tenerife someterse a los servicios de oncología durante unas sesiones que generalmente son 36, a una diaria, de lunes a viernes.

Pues si la cuestión es así no estamos entendiendo cual es el concepto sanitario por donde transcurre la sanidad pública canaria donde se ponen durante tiempo a enfermas hacia  un acercamiento a un posible riesgo desagradable porque  no se llega a comprender que la sanidad no va junto a las estadísticas  poblacionales y hay que dotar a las islas con la construcción de búnker hospitalarios adecuados para trabajar en ellos con aceleradores lineales que traten a  los enfermos que  necesiten este tipo de tratamiento. Todos pagamos la misma sanidad pero no a todos se les trata por igual ya que muchos canarios entre ellos, los herreños, tendrán que coger un barco, el avión o acogerse a la hospitalidad de un familiar o gastarse dinero en hoteles o pensiones. Si nos quejamos del centralismo estatal el centralismo canario no se queda atrás, a veces hasta lo sobrepasa.

Esta situación de angustia que dura años desde su comienzo necesita una fuerza y adecuación psicológica de envergadura para evitar descalabros emocionales y depresiones irrecuperables; sabemos que la Asociación Española contra el Cáncer está haciendo  su labor y paliando en lo puede todo aquello que rodea al cáncer, pero no es todo, tendrían que tener como meta, además, luchar para que en las islas que carecen de estos dispositivos terapéuticos estén en disposición por parte de cabildos, ayuntamientos y gobierno de Canarias  y los contemplen dentro de sus prepuestos  para afrontar prioridades, y la sanitaria  lo es , ya que la salud está por encima  de  sumas y restas.