Por Juan Jesús Ayala.

Releyendo una vez mas “La Prensa en El Hierro”, de Venancio Acosta  observamos como a través de sus pesquisas e investigaciones, en este libro nos ofrece buena parte de la vida herreña desde la cultura hasta la política durante el primer tercio del siglo XX. Vida que fue movida por los componentes caciquiles que existían y el poder que ejercían los que para definirse tenían sus  hojas de distribución política-ideológica, apareciendo otros que como contrapartida se pronunciaban en contra de lo establecido por los anteriores.

La mayoría de los periódicos  por lo menos hasta el año 1933  que aparece “La voz del Trabajo” de carácter partidista, salvo excepción del “Deber” abarcan diferentes cuestiones tanto culturales, sociales como políticas desde el primero que se publica “Ombrios” en julio de 1919, del cual solo se editan dos números, continuando con “El Carácter” publicado en Sabinosa por Demófilo Durán, del cual aparecen tres ejemplares; así mismo “El Herreño”, publicado en El Pinar ese mismo año de 1919 del que se conocen 5 números hasta que se llega, podríamos decir al gran periódico herreño “EL Deber” conformado por la unión de El Herreño y El Carácter con fundamento e ideología republicana; también  fundado en el mismo año de 1919, cuyo primer director, de los 30 primeros números fue Demófilo; y hasta el final de su existencia en 1927 ya bajo la dirección de Agustín Padrón Espinosa del cual se publicaron 126 números.

En el colaboraron jóvenes de la época inquietos por las cuestiones de la isla, tanto culturales como políticas. Destacando las plumas de Valentín Padrón Espinosa, Amós Díaz Casañas, E. Espinosa Fonte, León de las Casas, Pedro Padrón Febles, Francisco Acosta Quintero, Lázaro Rodríguez, J.F. Padrón, Dacio Darías, además, de una prolongación del periódico con colaboradores que tenían en Cuba, EEU, Argentina, Tenerife y Las Palmas. Así como en problemas de la educación que ante la penuria que existía tanto de mobiliario, de precariedad en la no asistencia de los niños que tenían que ayudar a sus familias en las tareas del campo, algunos de ellos maestros como Inocencia Duran y Sebastian Ayala (mi padre) se pronunciaron en sus paginas señalando la deplorable situación existente.

Ya cuando cierra El Deber aparece “El Faro de Orchillas” con unos pocos números cuyo objetivo además de ser un periódico semanal su fundamento era enviar a los herreños residentes en Cuba las vicisitudes que ocurrían y se producían en El Hierro.

Y continuando como un periódico plenamente dirigido a la clase trabajadora como “La Voz del Trabajo” que tuvo vida desde 1933 hasta 1934 cuyo director  fue José Padrón Machin.. Con este periódico aparece una nueva época donde ya en El Hierro se puede decir que el periodismo se termina hasta que llegó “La  Voz de El Hierro” de Leoncio Morales (donde colaboré) que una vez fallecido  deja de publicarse, entrando más tarde en la época del periodismo digital. Ya en la era digital aparecen con unos formatos distintos, mas ágiles, y con la noticia al pie y al momento como El Hierro Digital, Diario El  Hierro  y  La Gaceta del Meridiano bajo la dirección de Emilio Hernández.

Ya en la Gaceta y por gentiliza de su Dirección llevo publicando los lunes de cada semana, y va ya para 3 años, un articulo sobre temas diversos sin dejar  las cuestiones referentes al Hierro, donde, si tengo que decir, que me encuentro muy cómodo con dicha colaboración.