Por Omar Cruz.*

A veces, la vida en cuestión, se encarga de colocar frente a nosotros; imágenes convulsas, letanías de espanto, parajes abstractos y figuras retorcidas que han de asemejarse a silencios mortuorios, que al juntarse en una noche del sábado o, de un domingo por la tarde, nos pueden, a la brevedad, volar en cientos de pedacitos cada una de nuestras neuronas. 

Mientras lo anterior nos sucede. A lo lejos nos espera: una sombra y una herida que nos harán reconfigurar desde los pies hasta la clavícula, cada susurro que desde el más allá nos ha llegado, para recordarnos que en algún lugar de lo ignoto, un ente macabro nos espera, para devorar lo poco que queda de nosotros en el planeta tierra. 

Desde éstas premisas, creo yo, surge «Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro.» la nueva serie de ciencia ficción, suspenso y misterio del artista japonés del manga Junji Ito. La obra, me parece a mí, un espectáculo de lo visceral, un canto siniestro para aquellos fanáticos de lo paranormal y del hermoso arte abstracto que es el horror. El autor, disecciona en su obra de manera hermosa, cada historia, y con ello, nos envuelve en un aura grotesca que nos llena de intranquilidades, nos perturba en cada escena y, en cada capítulo que pasa, en este excepcional filme de suspenso. 

Me parece brutalmente hermoso, que el autor haya hecho este trabajo recopilatorio, y ahora, lo lleve épicamente a la pantalla grande a través de las plataformas de streaming. Debo agregar que, en esta serie de relatos macabros, existe un lenguaje lleno de metáforas visuales, de epifanías que abordan lo crudo y retorcido, que puede llegar a ser el hombre con todas las manifestaciones de vida y de como, dichas manifestaciones le devuelven grano por grano todo el daño que sufren.

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Hay un toque de genialidad, en el hecho de que el autor, también trabaje con mucha dedicación la parte visual, ya que la animación logra darle ese aspecto tétrico, oscuro y de intranquilidad en cada capítulo. Esto último se refleja en la serie desde el principio al final, ya que el autor, logra un acabado perfecto, lleno de algunos planos horizontales, semi-iluminados, y otros intercalados, que muestran una cara más siniestra del país nippon, es decir; desde la belleza de la animación, nos enseña lo visceral y oscura, que puede llegar a ser la vida en las ciudades japonesas. 

A pesar de ser una serie animada, el autor no se olvida de dejar una importante moraleja a la sociedad. Haciendo un énfasis directo en el que nos dice; que la posmodernidad pasa de manera turbulenta, nuestra realidad está viciada y el día a día que nos consume se vuelve cada vez más demencial, pero está en nosotros asumirnos y reconsiderar éstas visiones de la realidad para construir desde nuestras trincheras; nuevas formas que nos lleven a repensar el presente y lo que nos espera en el mañana. Me parece que, desde esa perspectiva viene el mensaje final de la serie, ya que también, nos invita a guardar el testimonio de todo aquello con lo que hemos hecho daño y con lo que nos han hecho daño, para así, trabajar desde las cosas pequeñas en el cambio de nuestras acciones y nuestra sociedad. 

*Omar Cruz vaya, hondureño de nacimiento, estudiante de la carrera de Periodismo y Antropología, autor del poemario: Hologramas de ayer, hoy y para siempre… (Atea Editorial, 2019) sus artículos y poesía han sido publicados en revistas de México, Argentina, Colombia, Venezuela, Honduras, Guatemala, España, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana e Italia.  En Septiembre del año 2022 fue finalista en el concurso de cuentos de ciencia ficción, suspenso, misterio y terror convocado por la revista literaria mexicana Inéditos. Su poesía está en antologías de: Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela y México. Ha sido traducido parcialmente al Francés, Italiano, Inglés y recientemente al Catalán.