Por: Manuel Marrero Morales / Amado Carballo Quintero.

Cuando en Canarias tenemos el debate abierto sobre la inacción del Gobierno en minoría de Coalición Canaria acerca de la mitigación y adaptación al Cambio Climático, aparece en escena la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comprometiéndose en el Senado a avanzar en la declaración de Parque Nacional Marino del Mar de Las Calmas.

Una excelente noticia para El Hierro y para Canarias. Sería el quinto parque nacional en Canarias y el primero, íntegramente marino, en todo el Estado.

Este anuncio no debe dejar en el olvido las gestiones que desde el Grupo Parlamentario Podemos Canarias en el Parlamento autonómico habíamos venido haciendo en los últimos meses para volver a impulsar, a través de la Comisión de Medio Ambiente, este proyecto que hoy está frenado inexplicablemente por el Cabildo de El Hierro.

Ya nos habíamos puesto en contacto con la cofradía de pescadores, con clubes de buceo y, de manera especial, con Basilio Rada, anterior director general de parques nacionales, quien mostró su predisposición a comparecer ante la Comisión parlamentaria. Solicitamos el permiso a la ministra Tejerina y estábamos pendientes de la confirmación.

A su vez, desde el Cabildo, Podemos ha sido la organización que ha defendido con claridad y sin ambages la creación de este Parque Nacional.

Y está claro que no formamos parte de ‘lobbies’ ni tenemos intereses espúreos. Sólo nos mueve el interés general, la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático y sus efectos perversos sobre un frágil archipiélago.

Sin embargo, los acontecimientos se han precipitado favorablemente con la moción de censura y nuestras gestiones han quedado superadas por la iniciativa de la ministra. Estamos, pues, de enhorabuena.

Dos han sido los impedimentos fundamentales puestos por Belén Allende, presidenta del Cabildo de El Hierro: la gestión y el uso del Parque Nacional.

Entre la comunidad científica es prácticamente unánime la opinión sobre el apoyo a una gestión centralizada de los parques nacionales, porque se evitan las interferencias y las presiones locales, así como la manifiesta falta de sensibilidad medioambiental de muchos de los gestores locales respecto al bien preciado de la biodiversidad, así como que el presupuesto (al menos cinco millones de euros al año) tendría así un destino finalista garantizado.

Uno de ellos me comentaba recientemente que, en casos como donde Carlos Alonso sea el máximo responsable del Parque Nacional de El Teide o que Casimiro Curbelo lo sea del Parque Nacional de Garajonay, es como “poner a los conejos a cuidar las lechugas”.

El proyecto del Parque Marino de El Hierro posiblemente necesite de una nueva campaña informativa entre los habitantes de la Isla, donde el sector de los que pescan desde embarcaciones de recreo no lo ven con buenos ojos, porque les impide seguir haciendo uso de esa práctica, como en su momento, pasó en Las Cañadas con la prohibición del pastoreo y no hubo mayores traumas.

Ya en su momento, el propio Basilio Rada hizo propuestas para negociar una solución razonable para todos (moratoria de una década). Y además, los beneficios medioambientales y socioeconómicos serían muy notables para esta querida ‘Isla del Meridiano’: los cálculos estimados de creación de unos 25 puestos de empleo fijos y otros tantos eventuales, además de los indirectos, e impulsar aún más a El Hierro en el circuito del turismo amante de la naturaleza, de dentro y fuera de las islas.

Sin embargo, el nudo gordiano que explica este freno del Cabildo herreño parece tener su razón de ser en la oposición de este sector de las embarcaciones deportivas, que anteponen sus intereses personales al interés general.

Y en El Hierro, ya se sabe, los votos de unas pocas familias tienen mucho valor y pueden quitar o poner presidentas del Cabildo.

El Estado, en última instancia, podría crear ‘motu proprio’ el parque nacional en aguas marinas de su competencia exclusiva. Y, aunque la comunidad científica lo aplaudiera, consideramos que sería visto como una cacicada colonialista.
Por tanto, dada la tendencia descentralizadora de la legislación actual, se hace necesario hablar de cogestión equilibrada y corresponsabilidad, con participación de las instituciones del Estado, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de El Hierro y la ciudadanía.

Por tanto, a la señora Allende le propondría que diera un paso adelante y se sentara a negociar el asunto con la ministra; pues estamos convencidos de que ambas se pondrán de acuerdo, dada la sensibilidad medioambiental que las une y el interés general que les corresponde defender desde sus respectivos puestos.

El Grupo Parlamentario Podemos Canarias y el consejero en el Cabildo seguimos apostando por este Parque. Cuente con nuestro apoyo, señora Allende.

Estamos ansiosos de conocer la buena noticia de que Canarias dispondrá de un nuevo parque nacional, además marino íntegramente, el primero del Estado, que favorecerá la biodiversidad y la sostenibilidad, el conocimiento de numerosos valores naturales que existen en la costa herreña, así como la mitigación y adaptación del Archipiélago al cambio climático.

No nos defrauden.

Manuel Marrero Morales.
Diputado del Grupo Parlamentario Podemos Canarias.

Amado Carballo Quintero.
Consejero de Podemos Canarias en el Cabildo insular de El Hierro.

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