Por: Armando Hernández Quintero.

En la pasada campaña electoral varios de los candidatos para presidir el Cabildo Insular hablaron de la necesidad de realizar la vía que comunicará Las Playas con el sur de la isla. Sin duda alguna, esa obra es de una importancia capital para el futuro del sureste herreño, ya que permitiría establecer la conexión automotriz del Noreste con el Sur de la isla, a la vez que se haría realidad el viejo sueño de llevar a cabo no solo la comunicación sino la integración de esas dos importantes comarcas que se han destacado en los últimos años por su dinamismo socio-económico y crecimiento poblacional. 

Partes de esas dos zonas estuvieron relacionadas durante siglos a través de Las Playas, pues en ese lugar los vecinos de Isora y de Las Casas pastoreaban sus ganados, realizaban labores agrícolas, y celebraban en conjunto bailes y fiestas como la de San Juan. Sin embargo, debido a los cambios socio- económicos producidos en las últimas décadas, los lazos entre esas comunidades se han aflojado, y ellas poco a poco se han ido dando la espalda.

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Hace ya algunos años el ingeniero Javier Fernández Soldevilla, contratado por el Cabildo Insular presidido por el señor Tomás Padrón Hernández, realizó un estudio de factibilidad que bien puede servir de base para la ejecución de la obra prometida, que a su vez, permitiría reactivar las viejas relaciones entre las comunidades ya mencionadas y establecer otras nuevas. Para que ello sea posible es necesario acometer algunos trabajos de infraestructura, donde se considere conveniente, que faciliten la comunicación por la carretera que ya existe. Entre los obras que deberían realizarse estarían la ampliación y corrección de la vía existente, y la ejecución de otras intervenciones de más calado como serían el desdoblamiento del túnel actual y la realización de uno nuevo que permita el enlace de la parte sur de Las Playas con Las Esperillas, en la costa piñera, y su conexión con la carretera H-4, en la parte que va de El Pinar a La Restinga. La importancia de esas obras debería estar fuera de toda discusión ya que con ellas se cerraría el anillo insular y se enlazarían las poblaciones establecidas en la parte del litoral que va desde el Tamaduste hasta La Restinga, nos referimos, además de las mencionadas comunidades, a las de La Caleta, El Puerto de La Estaca, Timijiraque y Las Playas, asentamientos que ya gozan de un destacado dinamismo y que se verían favorecidos al facilitarse el intercambio de mercancías y de servicios entre ellos. 

A su vez, esa vía acercaría y haría más cómodo el viaje desde El Pinar y La Restinga hasta el aeropuerto de Los Cangrejos y el Puerto de la Estaca, lo que redundaría en enormes beneficios ya que dinamizaría el sector turístico facilitando el intercambio humano y de servicios entre las poblaciones del litoral ya mencionadas, y además potenciando los que actualmente presta el Parador de Turismo Insular, al hacer posible que las personas que se alojen en él puedan trasladarse en poco tiempo, con seguridad y comodidad a La Restinga, Tecorón y El Pinar, para disfrutar de esos lugares. Por otra parte, los interesados tendrán la posibilidad de dar un paseo hasta El Faro de Orchilla y gozar de los hermosos paisajes de El Julan y La Dehesa, así como de las aguas del mar de Las Calmas, y después regresar sin inconvenientes y en tiempo razonable a su hospedaje. Algo semejante les ocurriría a los turistas que acudan a la comarca sureña, sobre todo a La Restinga, pues además de recrearse con la belleza de su mar y sus lugares de baño y de submarinismo, así como la de sus lajiales, campos y montes, podrán trasladarse en breve tiempo a las localidades situadas al norte de Las Playas y acceder por esa vía a las poblaciones y comarcas de Valverde, Barlovento y al bello Valle de El Golfo.

En fin, las obras de mejoramiento en la carretera de Las Playas y la construcción del túnel de Las Esperillas, no perjudicará a nadie, traerá grandes  beneficios para todos y contribuirá a hermanar todavía más a los habitantes de El Hierro. Para que ello deje de ser un sueño y se convierta en una hermosa realidad es fundamental y necesaria la decisión política de las autoridades herreñas, concretamente las del Cabildo Insular, mandamiento que esperamos se produzca lo más pronto posible.