Por David Cabrera*

De lo que se trata en estos momentos es de evitar que la cadena se rompa, y que lo haga, como suele ocurrir, por el eslabón más débil.

Si el confinamiento actual impide a muchas personas obtener ingresos, debemos ayudar también a reducir sus gastos. Esto, para empezar, es lo mínimo que se puede hacer.

No hay razón alguna que justifique que nos retrasemos en ayudar a las familias y las empresas necesitadas de nuestra isla.

Porque si esperamos en hacer llegar la ayuda, cuando finalmente la ayuda llegue ya será tarde. Ya habrán cerrado empresas, despedido a los trabajadores y dejado sin ingresos a más familias.

Desde nuestra isla tenemos que marcar la diferencia, no podemos ser una franquicia de nadie.

Los que vivimos en esta isla somos los primeros que tenemos que ejecutar acciones para atender a nuestra gente y más en estos difíciles momentos.

¿Crees que una dirección con sede en Madrid o en una isla capitalina está pensando en la gente que vive en El Pinar, El Norte, San Andrés, Sabinosa.... o en cualquier rincón de nuestra isla?
Mi respuesta es no,...no debemos dejarnos  “apear” por nadie.

Cuando oigo la palabra “esperar” en política no puedo evitar pensar en las personas de la esta isla, que viven con ingresos calificados como pobreza extrema y las personas que viven en la pobreza moderada…

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Pienso en las personas que llevan casi dos meses ya sin ingresos, en las que tienen que pagar los alquileres, pagar los salarios, los impuestos, y todo esto con un horizonte temporal de vuelta a la actividad plena que tardará en llegar.

No podemos esperar al Gobierno Autonómico y al Gobierno Central. Debemos anticiparnos con medidas locales, que sean permanentes y que no conlleven burocracia, y hacerlo de la manera más simplificada posible para nuestra gente.

En la Consejería del Medio Rural, Marino y Recursos Hidráulicos por ejemplo, entre otras una de las propuestas que queremos que se haga efectiva lo antes posible consiste en subvencionar al sector primario el 100% de las cuotas a la Seguridad Social de los profesionales autónomos calculada según la base mínima de cotización, y el 50% del importe de las cotizaciones de los trabajadores por cuenta ajena. De esta manera ayudaremos a unas 209 personas vinculadas con el sector y a muchas familias de nuestra isla.

Necesitamos medidas locales sin letra pequeña, con carácter retroactivo desde el 1 de marzo, compatibles con otras autonómicas o estatales, y dentro del Plan Estratégico de Subvenciones del 2020.

Necesitamos medidas locales que se mantengan no solo durante el estado de alarma, sino en principio, de forma indefinida, porque debemos centrarnos ahora en medidas estructurales, es decir en todas aquellas que reduzcan o eviten el posible impacto económico, incluyendo un amplio rango de medidas sociales.

Se trata de evitar cuanto antes que se produzca una destrucción del empleo en nuestras familias y en las empresas, que no haya un paro masivo sin mecanismos compensatorios.

Necesitamos medidas para todos los sectores, y todas deben ir en la misma línea. Ayudas para afrontar este parón, al mantenimiento de la actividad, a las familias más necesitadas, ayudas a la incentivación intensísima del Insularismo en productos y servicios.

Pongamos en marcha nuestras huertas, recuperemos para empezar nuestras fincas abandonadas, pongámoslas en producción con los criterios de la calidad, la salud y el sabor.

Creemos mercados para la distribución y comercialización local de nuestros productos, consigamos la autonomía alimentaria, y empecemos por dar absoluta prioridad al consumo de lo nuestro, de lo producido en nuestra isla.

Tenemos capacidad económica para hacerlo si exigimos más recursos, redistribuimos el presupuesto y fijamos prioridades.
Tenemos un plan para ahora mismo y otro para trazar nuestro nuevo futuro.

En mi opinión debemos apostar ahora más que nunca por el sector primario, porque en los próximos años va a tener que hacer de motor y locomotora de nuestra economía insular.

Porque la realidad es que el turismo y el comercio, y por tanto las casi 800 familias que viven de estas actividades directamente, se van a ver profundamente afectadas y van a necesitar de toda nuestra ayuda.

Necesitamos una economía y una isla, que esté en manos de las personas, de las familias, de los que vivimos en la isla, del agricultor, del ganadero, del pescador, del emprendedor, de lo público y sobre todo del herreño.

Es la única manera de crear una isla auto sostenible, donde la riqueza generada se invierta a su vez en la isla y mantenga viva y dinámica la economía local.

Necesitamos también un comercio que se adapte a los nuevos parámetros globales en los que es casi imposible competir en precios con las grandes comercializadoras. Un comercio que evolucione hacia el sector servicios donde no hay ni habrá una gran competencia de fuera.

Necesitamos un comercio que conlleve servicios de calidad profesional y en todas las áreas, que sea soporte a su vez de una marcada diferencia, de un sector primario que nos haga autosuficientes.

Debemos pensar en que es hora de unirnos en un solo gobierno para trabajar todos por y para la Isla. De hacerlo cuanto antes, para llevar ya un camino andado cuando las grandes ciudades, menos ágiles, se pongan en marcha y demanden recursos y productos.

Debemos todos ponernos en marcha de forma inmediata con una gran oferta de inversión y contratación pública. Es ahora más que nunca cuando el Cabildo y los Ayuntamientos podemos tutelar toda una serie de actividades dirigidas a crear bienestar.

Debemos mejorar mucho en sanidad, y hacerlo no perdiendo de vista que debemos empezar por nuestras formas de vida, de cuidar de nuestra salud día a día, con lo que comemos, con el ejercicio que hacemos. Debemos contar con personal sanitario de calidad, con medios técnicos que nos permitan un acceso universal al diagnóstico.

Necesitamos una educación que integre nuestra forma de vida, que incorpore nuestro sector primario, el respeto absoluto al entorno, al medio ambiente, a la naturaleza.

No es una tarea fácil, rápida, pero es esta la única manera de prepararnos para el auténtico gran reto que será en los próximos años la despoblación insular.

Está a la vuelta de la esquina el momento en que el Gobierno Central querrá reducir nuestros presupuestos anuales, y habremos de hacer, mucho más que ahora, con mucho menos. Si no optimizamos ahora, no podremos gestionar después.

Si por fin se libera el superávit canario, y podemos los herreños acceder a nuestros millones de euros, vamos a invertirlos de forma rigurosa, dejando a un lado lo superfluo, y centrándonos en una economía productiva e Insularista.

Este es el momento, es nuestro momento, para dejar a un lado las diferencias , aunar posturas y pensar por qué vivimos en nuestra Isla de El Hierro y qué podemos hacer por ella.

Así que consumamos local, consumiremos lo nuestro y así trabajaremos por El Hierro.

*David Cabrera de León
Consejero de Medio Rural, marino y Recursos Hidráulicos del Cabildo Insular de El Hierro