Por Baudilio Domingo Navarro Quintero

Hola querida isla de nuevo mantengo conversación contigo, para públicamente agradecerte lo que a lo largo de estos sesenta años en ti vividos, generosa cómo eres me has regalado a la vez que también tus maravillosas lecciones enseñándome el recto caminar de tus caminos, atajos y veredas Por eso siempre he sabido, que en ti han existidos y existen “iluminadas e iluminados” que con sus burlas e irónicos comentarios, en mi respetuosa opinión caen en malos modos.

Sobretodo aquellas y aquellos que a través de éste por mi cariñosamente llamado cachivache, al igual que lo hago yo, ellas y ellos también lo hacen, pero con la diferencia de no escribir con trasparecía el dictado de sus conciencias. Anteponiendo intereses políticos antes que el buen entendimiento y convivencias común de todas y todos.

Muebles El Placer Pie

Por eso, a tu buen hijo e Ilustre Alcalde Presidente de tu Ilustre Ayuntamiento de La Frontera, respetuosamente y cómo mi escribir siempre ha sido, también le escribo mi vivir, sentir y escribir aunque yo periodista de Facultad no sea, ni tampoco habitante fijo de su Municipio, lo que no impide a mi conciencia tener derecho a opinar libremente y por supuesto respetuosamente expresar lo que siente y lo que ella siente y mucho lo es, no es la dichosa señal que él en tu Punta Grande ordeno poner, creyendo por mi parte, que mucho más escandalera junto con la señal ha armado también una cancela con llave cerrada que impide la libre entrada a cementada explanada, que en fechas no muy lejanas era de uso y disfrute público y hoy al parecer de la noche a la mañana lo es privada.

Lamentando mucho mí sentir que las cosas no se hubieran hecho, cómo se deben hacer. Pues eso del ordeno y mando, con mucha tristeza me hace recordar malos, muy malos hechos pasados, que hoy en ¡DEMOCRACIA! No deben pasar. No negándole pues sería muy hipócrita por mi parte no reconocer, que él tiene razón, para en Plenos y medios informativos decir que el camino a Punta Grande es estrecho y encierra peligro que los coches en sus entradas y salidas puedan ocasionar, haciendo a mi memoria recordar un muy triste y lamentable suceso ocurrido en ese lugar, que a ti y todos tus habitantes hizo y mucho llorar.

Estando seguro, que tanto él, las y los que a la historia amamos, deseamos que nunca vuelva a pasar.

Por eso, taxativamente lo tengo claro, tal claro cómo eran las cristalinas gotas de agua que antaño manaba tu mágico árbol ¡EL GAROÉ! Entristeciéndome la falta de diálogo, entre vecindad, Ayuntamiento y quien o quienes hoy regentan tu maravillo barco piedra hotel, atracado en tu Punta Grande, que con su proa enfilada rumbo a los Roques de Salmor, es la admiración de quienes en tu Majestuoso Golfo viven y también de quienes los visitamos y disfrutamos.

Por eso a ti y a tu buen hijo Ilustre Alcalde Presidente de tu Ilustre Ayuntamiento de La Frontera les digo o mejor dicho de corazón les escribo y ofrezco sentida poesía escrita por la inquieta y respetuosa pluma mía, que sin métrica ni medida, está muy llena de mí vivir, sentir y escribir.

QUIERO
Vivir tu vivir,
sintiendo en mí tu sentir
sintiendo sobre mí cuerpo tu cielo
sintiendo en mis labios tu sed.
Quiero sentir de las nubes
tu llover, durmiendo tu anochecer
despertar tu amanecer
para poder admirar
el gran azul de tu mar.
Quiero sentir
lo que año tras año me has dado
aprendido desde niño en tu escuela.
Quiero profundamente sentir
tu alegría y tu llanto poniendo en ti mi alma entera.
Quiero y quiero sentir
tu corazón latir
¡COMO POR TI LATE EL MÍO!

Hasta nuestra próxima conversación recibe querida isla todo mi respeto y toda mi admiración, sin olvidar abrazos de ¡SAL Y MAR!