Por Juan Jesús Ayala

Lo peor  de la historia es que nunca se aprende  de los errores originados por los que se han sentido protagonistas de la misma y en la creencia de ser los mejores siendo como más tarde se ha visto los  depredadores de la misma.

Cuando el comunismo cayo’ en 1989 se llego’ a decir emulando a Hegel y por medio del intelectualoide  Fukuyama, lacayo del Pentágono americano, que se había llegado al final de la historia, que solo quedaba en pie el sistema capitalista y que este seria irreductible  durante toda su existencia que según él duraría siglos. 

Una vez instaurado el capitalismo neoliberal todos avanzaríamos cogiditos de la mano hacia un futuro paradisiaco  donde reinaría la paz, la democracia y los mercados. Pero hoy los acontecimiento manifiestan  todo lo contrarío .Existen millones de  personas que se mueren de hambre, la mortalidad infantil en los países llamados tercermundistas   es espeluznante y creciente, las guerras periféricas se estacionan en diferentes países, Afganistán  ,Siria,Irak..donde el yihadismo no deja de golpear..; la violencia es la reina de la fiesta y solo en Venezuela se producen miles de muertes por asesinatos al año, el desempleo es un mal viento que recorre no solo Europa paradigma del nuevo orden y del progreso sino que son millones de seres que viven con un euro al día; la tiranía que se establecía en los Gulag  no solo pasa por Guantánamo sino que rebasa sus linderos; el  terrorismo hace que el mundo occidental viva en suspense y con todas las alertas puestas al máximo ante una eventualidad catastrofista que puede realizarse de la noche a la mañana, sin contar el millón  doscientas mil muertes producidas por la Covid-19, lo que nadie  esperaba.

Adan Michnik dijo’ que lo peor del comunismo es lo que vendría después, y así ha sido , se ha regresado al pasado, al esclavismo , a la indigencia , a un feudalismo disfrazado de falso proteccionismo donde los poderosos ejercen  su tiranía desde el cogollo de los  mercados  para someter a la gente y atraparlos en la mentira y en las falsas expectativas.

Se ha vuelto atrás, donde   se valoriza al vasallaje, a la opresión y al reverencianismo a los señores del mercado dueños del mundo que  imponen  sus normas a los gobiernos de alto calado que  como simplonas marionetas bailan  al son de su música que siempre entonan la canción de las máximas ganancias y rentabilidad a costa de los  que   ultrajados con su fuerza de trabajo produjeron esos monstruos que hoy asombrados se les rinde pleitesía y que hacen que la gente por mas que chillen  sus voces enmudecen y no llegan porque  los señores del mercado se  refugian en tierra de nadie, no se dan  a conocer ; son los nuevos  fantasmas que recorren el planeta y que dictan  el ordeno y mando a los pueblos.

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Poco tiempo duro’ la alegría de lo viejo y aparece con todo descaro  la pandemia que asola al mundo  y que está poniendo  a este la los pies de los caballos, haciéndonos insignificantes ante la potencialidad  de un virus que   corre de un lado a otro y que cuando tengamos el antídoto para luchar en contra de él ,otro nuevo aparecerá  en el horizonte sanitario , sin acabar  de entender y saber lo  que los científicos  dijeron hace tiempo, que el siglo XXI seria el de las enfermedades infecciosas, de las pandemias y el de la desolación producida por estas. Así como la avalancha inmigratoria que sufrirá el mundo occidental productor de toda el hambre que padece y asola a  la tercera  parte de la humanidad por lo cual y  junto con Tony Judt habrá que hacerse la pregunta ¿Por qué’ nos hemos apresurado en derribar los diques que laboriosamente levantaron nuestros predecesores y lo hemos hecho desde la ignorancia, prepotencia y de la estupidez rampante?.

Y aquí en Canarias, además,  nos enfrentamos a un grave problema cual es la llegada de inmigrantes dado que  en la ultima semana han recalado a las costas de las islas mas de 2.700 que ya suman  mas de 17.000  a los que se  instalan en  condiciones  denigrantes ya que mientras unos son conducidos a hoteles  otros se agolpan en la explanada del muelle de Arguineguin, sitio que no reúne ningún tipo de seguridad, ni sanitaria ni  de convivencia puesto  que se encuentran  hacinados  y aquellos que  padecen de  forma asintomática el coranovirus serán fuentes de trasmisión a los que tienen alrededor, con  toda la gravedad  que  este confinamiento encierra.

Tal es así que se ha solicitado ayuda al  el ejército que se ha visto obligado a colaborar con este desaguisado porque no solo  existe  el problema  sanitario    sino  que se puedan originar posibles conflictos sociales  si no se evacuan con prontitud  a estos inmigrante hacia la península para posteriormente dirigirlos hacia donde los Tratados Internacionales dispongan. 

Pero   no es  solo que puedan ser  trasmisores potenciales del virus y que comprometan  la hospitalidad  sino que los servicios de información del Estado  se han descolgado con la preocupación que   estas embarcaciones que llegan a Canarias  puedan  ser portadoras de yihadistas que  las usen para trasladarse a otros territorios pero que  pueden crear  una nueva incertidumbre en las islas , las que están  atravesando por un situación critica que no se está atacando de manera solvente y practica sino que se  nota  un cierto pasotismo dejando a los canarios la solución del problema. O sea, que además de sufrirlo, pongamos el remedio lo que se traduce en una falta de responsabilidad  por quien la debe tener, que no es otro que el gobierno del Estado, que por lo que se ve en la  reciente visita de la ministra de  Política Territorial y Función Publica, Carolina Darías San Sebastian ,  mas que otra cosa se ha limitado a echar balones fuera y no hablar de los posibles traslados de estos inmigrantes a la Península Y no nos  extrañaría se proponga lo mismo cuando  la invasión de cayucos  entre 2006 y 2008   que cada ayuntamiento de las islas cargara con un cupo determinado de inmigrantes. Y lo único  que nos faltaba es  que esta idea  estuviese rondando por   la mente de  mas de uno.