Por Juan Jesús Ayala.
Tras el desaguisado originado por Sánchez con la decisión muy personal de cambiar la política española referente a su posición sobre el Sahara Occidental ha traído una reacción contundente por parte de Argelia que ha puesto en la picota el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación aunque con la intervención de la UE, teóricamente ha dado marcha atrás en la ruptura de la cooperación con España, pero que dentro del escenario político norteafricano las relaciones Rabat-Argel, lo que nos afecta directamente, seguirán enconadas ante las diferencias encontradas por el problema del Sahara que ha motivado, entre otras cosas que recientemente Marruecos haya demostrado su fuerza con unas maniobras militares lo que inmediatamente fue replicado por maniobras del gobierno argelino.
Pues bien un correcaminos sobre cuestiones de política exterior española como se ha visto en lo referente a los consejos que ha dado a Maduro sobre la situación de Venezuela, el ex presidente, Rodríguez Zapatero, que dejó el Consejo de Estado para desempeñar la presidencia del Consejo Asesor de la Fundación Alemana de Diplomacia y Cultura junto con el que fue ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en plena escalada diplomática entre España y Argelia se han reunido de urgencia con el ministro de Exteriores de Marruecos, Nasser Burita. Reunión que ha tendido lugar en Tánger con el afán de apagar fuegos y que las relaciones no solo con España sino en un posible conflicto de más envergadura que lo comercial ocasione problemas con Argelia. Cuestión que está por ver si esta reunión ayuda a calmar las aguas o por el contrario acaben echando mas leña al fuego al reunirse con el enemigo marroquí.
Lo que si está claro es que ante la decisión de Sánchez de asumir que el Sahara Occidental sea una provincia autónoma bajo la soberanía de Marruecos, Argelia recorta el suministro de gas a España y considera a Italia como socio estratégico preferente para distribuir el gas hacia Europa aumentando así hasta un 40 por ciento su suministro. Esto ha traído como consecuencia, además, que ningún trasporte de gas argelino que pase por España destino a Marruecos será aceptado.
En toda esta problemática aun no sabemos a ciencias cierta cuales son los beneficios que obtiene el estado español con el acuerdo que Sánchez firmó con Mohamed VI no siendo, así de manera subrepticia, que habrá bases de la OTAN y que la mediana entre el Sahara, territorio que no pertenece a Maruecos según resolución de la ONU y Canarias se trace una mediana que no sabemos si es la equidistante o la equitativa.
De cualquier manera lo referente a este asunto permanece en penumbra y lo peor de todo esto es que son cuestiones que afectan a Canarias donde en estos momentos y seguro que mas adelante seguiremos siendo unos convidados de piedra porque desconocemos que se trae entremanos Sánchez aunque nos diga el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres que nos irá mejor con todo lo que ha propiciado el mandatario español. Si el lo dice es porque tiene noticias de como se desarrollan todas estas cuestiones, lo cual si lo sabe debe decirlo y si no como se suele decir “mejor calladito” y a esperar por lo que decida su jefe de filas.
