Emilio Hernández/Hace 80.000 años, casi a la par que los primeros humanos comenzaban a abandonar el continente africano, este lugar que hoy conocemos como el Valle de El Golfo, sufrió el último megadeslizamiento de Canarias, la montaña que rellenaba este espacio hoy vacío se precipitó en el Atlántico llevándose el 6 por ciento de la superficie de la que era entonces la isla de El Hierro, que ya de por sí había sufrido otros derrumbes en El Julan, Las Playas y Tiñor, producto de la excesiva verticalidad del edificio insular y la debilidad de los materiales los que propiciaron que como un castillo de arena, este se derrumbase creando la actual configuración.

Ahora nuevos estudios realizados por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) y el Instituto de Oceanografía y Ciencia Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, revelan que este colapso movió el doble de rocas de los estimado, 318 kilómetros cúbicos, produciéndose en dos fases, lo que genero una avalancha en el mar de un kilómetro y medio de longitud y trescientos metros de altitud, algo que no solo se puede apreciar en las laderas del Valle, sino en los fondos marinos que quedaron arrasados.