Redacción/Así lo ha propuesto hoy el líder de Asamblea Herreña, como respuesta al problema de la despoblación y la triple insularidad que sufre El Hierro y sus habitantes. Cabrera plantea una fiscalizad reducida para los herreños. 

Según explica Cabrera, la Isla de El Hierro se está despoblando al tiempo que se encarece el nivel de vida para los residentes. “Cada vez hay más viejos, menos jóvenes, menos empresas, menos autónomos, menos PIB, menos economía, y cada vez pagamos mucho más por todo, en comparación con las islas capitalinas”.

¿Cuántos nacimientos tuvimos en el 2020?, la respuesta es, 48 personas. ¿Cuántos fallecidos hubo en la Isla durante el 2020? La respuesta es, 100 personas. Es decir, tenemos un crecimiento vegetativo de -52 personas, asegura el también consejero de Medio Rural y Marino del Cabildo de El Hierro.

El precio de la gasolina hoy miércoles en la isla es de 1,78 euros el litro, mientras que en una gasolinera de Santa Cruz de Tenerife el litro está a 1,23 euros el litro. Nada menos que 55 céntimos de diferencia. Un viaje de la península a Tenerife hoy miércoles, es 160 euros más barato que un viaje de la península a El Hierro. Un contenedor para transportar mercancías de 20 pies hoy, desde la península a Tenerife, es 1.500 euros más barato que el mismo contenedor de la península a El Hierro.

Y como no podría ser de otra manera, estos sobreprecios tienen su efecto en el coste de producción de nuestros productos, especialmente en los agrícolas y ganaderos. El coste de producción de piña tropical está en nuestra isla en torno a 1,40 euros el kilo, y sigue subiendo. En la península se puede encontrar en cualquier supermercado la piña tropical al mismo precio, pero de venta al público. 

“Solo el recurso a la subvención pública nos mantiene en pie. Pero esto no deja de ser un castillo de cartas, frágil en todos sus aspectos”. ¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde están las medidas que luchen contra este tándem, despoblación y encarecimiento de la vida en la isla? Una posible medida es proponer de una vez una política fiscal diferenciada para lo residentes permanentes en El Hierro, es decir, no para todos, pero sí para aquellas personas que vivimos de forma efectiva en la Isla un período mínimo de 250 días al año. 

Es decir que, de los 11.147 habitantes según el padrón municipal, estamos proponiendo una medida que afecta a los actuales y escasos 6.000 habitantes reales que tiene la Isla a lo largo de todo el año. Más concretamente una medida específica para los cerca de 3.000 residentes que contribuyen con sus impuestos al sostenimiento del gasto público del Estado.

Actualmente es un hecho que cuando los herreños contribuimos con un euro, al sostenimiento del gasto público del Estado, estamos haciendo un triple esfuerzo fiscal que un ciudadano peninsular. Nosotros proponemos que del 35% de media de ingresos que se da al Estado en forma de impuestos y tasas, haya una reducción importante para los particulares y empresas que residen de forma permanente y real en El Hierro.

Una propuesta básica podría consistir en una bonificación general del 60% en el IRPF para los residentes permanentes y una cuota fija del 10% para las empresas con domicilio social efectivo en la isla, como dos medidas esenciales para compensar la ultra-periferie-territorialidad de El Hierro.

En este ámbito general, podemos ir más allá incluso, y fijar una horquilla donde los primeros 24.000 euros deberían estar libres de pago para los residentes permanentes en la Isla por al menos 250 días al año; el tramo que va hasta los 40.000 euros solo debería cotizar el 5% y, a partir de esos 40.000 euros, se pagaría un 10%, igual que el impuesto de sociedades se reduciría también al 10%.

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Se trata de una propuesta de afección de un conjunto de normas y articulado tributario, tanto autonómico como estatal, que se puede desglosar respecto a la figura impositiva del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas: Reducción del tipo de gravamen del tramo autonómico. Deducción de la cuota del tramo autonómico y del tramo estatal, sobre las rentas procedentes de actividades económicas desarrolladas en la isla, el trabajo y del capital de residentes permanentes para los residentes permanentes sobre la parte del patrimonio neto sito en la Isla. 

Respecto al Impuesto de Patrimonio: Reducción del tipo de gravamen autonómico para los residentes permanentes en la isla de El Hierro respecto al patrimonio situado en la Isla. Bonificación de la cuota del impuesto en su ámbito estatal, sobre el patrimonio sito en la Isla.

Respecto al Impuesto de Transmisiones patrimoniales y Actos jurídicos documentados: Reducción del tipo de gravamen autonómico a cero respecto a los bienes de los residentes permanentes sitos en la Isla. Bonificación del 100% en la cuota estatal del impuesto respecto a los bienes de los residentes permanentes sitos en la Isla.

Respecto al Impuesto de sucesiones y Donaciones: Reducción del tipo de gravamen autonómico a cero respecto a los bienes de los residentes permanentes sitos en la Isla. Bonificación del 100% en la cuota estatal del impuesto respecto a los bienes de los residentes permanentes sitos en la Isla.

Respecto al Impuesto de sociedades: Bonificación en la cuota estatal del impuesto hasta el 10% para todas las empresas con sede fiscal efectiva en la Isla.

Una fiscalidad diferenciada que luche contra la despoblación es una medida que, por un lado, puede reducir el coste de vida que nos supone la triple insularidad, y, por otro, una medida que puede incentivar el establecimiento de nuevas familias y empresas en la Isla de forma permanente para ayudar así a generar una economía insular circular y sostenible. El comercio, los servicios, el sector primario, el turismo, serían los primeros beneficiados de forma real, enormemente, por estas medidas de compensación fiscal a la ultra-periferie-territorialidad de la Isla de El Hierro. 

Se trata de una propuesta que no es nueva en muchos lugares del mundo, y que supone un coste fiscal insignificante para el Estado y para el Gobierno Autonómico. Los supuestos beneficios del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, a los habitantes de El Hierro, no nos llegan. Es ciencia ficción que haya una menor presión fiscal dentro del territorio español que esté compensando, en cierta medida, los costes adicionales que se derivan de la particularidad isleña de El Hierro. Para los herreños no hay menor presión fiscal sino, al contrario, la mayor de España.

La Reserva para las inversiones en Canarias es, para los herreños, ineficaz, asegura Cabrera.

Los supuestos incentivos a la inversión a través del incremento en los porcentajes aplicables a las desgravaciones y deducciones para incentivar determinadas actividades tanto en el IS como en el IRPF, son en la práctica ridículos. La llamada Zona Especial Canaria en su aplicación insular es inaplicable en la práctica, debido a los mismos requisitos exigidos para una isla basada fundamentalmente en el sector primario.

En resumen, si el régimen fiscal Canario, diferenciado respecto al resto de territorio nacional, el único consagrado en la Constitución Española, no compensa nuestra ultra-periferie-territorialidad, en El Hierro, ese mismo régimen en la práctica es ineficaz e ineficiente.

Recordemos por ejemplo que la base media imponible por declarante de El Hierro es de 16.972,63 euros, frente a los 20.238 euros de una isla como Gran Canaria que nos supera en cientos de miles de habitantes. Una economía insular no puede tener base para su desarrollo con una población como la actual, con 2.600 personas en edad de jubilación. Si miramos las cifras de la población activa insular vemos lo ridículo que resulta pretender hablar de economía insular.

Afiliados a las SS en octubre del 2022 han sido 2.897 personas, de un total de 11.147 según el padrón municipal, esto quiere decir que de cada 10 personas en la Isla apenas trabajan 3 personas ¿Si descontamos a las personas mayores de 64 años, a las personas menores de 16 años, a las 800 personas de media en el paro, y a los funcionarios públicos, qué tejido productivo nos queda en la Isla?. Con estos números no es posible otra medida que la subvención insular, pero directa y general para todos sus habitantes y empresas. 

Cualquier otra medida no deja de ser un canto de sirenas. Frente a esta realidad es necesario ir más allá y proponer medidas reales que supongan un cambio real, en el desarrollo población y en la renovación de personas productivas que compensen el envejecimiento enorme de la población insular.

Es un asunto importante, vital, para el futuro de la isla, ofrecer un sistema fiscal compensatorio para la población residente al tiempo que un incentivo para que nuevas familias y empresas decidan establecerse en la isla de forma permanente, expresa Cabrera.