Redacción/Iniciativa por El Hierro-Izquierda Unida Canaria propone, volviendo a la articulación de cumbre a costa de la isla mediante el que se logró históricamente un mayor grado de auto-suficiencia alimentaria y productiva. Se basaba en el reconocimiento de los ecosistemas idóneos para sustentar toda una combinación de actividades productivas que se desarrollaban simultáneamente a diferentes cotas altitudinales. Un sistema de aprovechamiento vertical y múltiple del territorio recuperando la forma que se ha hecho tradicionalmente en la isla.

Laura Rodríguez, portavoz de IpH-IUC, explica que “se ha consolidado un modelo en horizontal que segrega las zonas de costa de las medianías y las zonas altas de la isla, frente al modelo más adaptado a la realidad geográfica que referenciaba la costa en las zonas altas aprovechando toda la diversidad del territorio. Por eso proponemos un modelo alternativo en la línea propuesta en sus estudios por personas como Aguilera Klink o F. Sabaté, que significa volver al uso inteligente de los recursos que se practicaba históricamente en la isla” explica Rodríguez.

Según IpH-IUC las materias y recursos que se van a abordar para diseñar las acciones del proyecto son agrícolas, energéticos, climáticos, del ciclo del agua, gestión de los residuos, ocio y turismo sostenibles, habitabilidad de los edificios, mejora de las condiciones de vida, tecnologías smart, movilidad, oportunidades de empleo, etc., y los dos pilares fundamentales en los que se asienta toda la metodología a emplear son la participación, para contar prioritariamente con la opinión y las preferencias de la ciudadanía, y la transversalidad entre las administraciones y el sector privado, para generar en modo colaborativo todo tipo de sinergias entre los distintos actores concurrentes posibles, tales como ayuntamientos, comunidad autónoma, áreas del Cabildo, asociaciones, representantes vecinales, empresas, etc.

Para la puesta en marcha de la propuesta hecha por el movimiento de izquierda se debe contar con una herramienta básica y paralela debe ser la de contar con un Plan de Indicadores que facilite tanto la detección de los desajustes como la propuesta de subsanaciones a partir de la evaluación obtenida. En dicho plan se tendría en cuenta un análisis de la zona e inventario de espacios y lugares que pudieran generar oportunidades (suelos, edificios emblemáticos), iniciativas eco-sociales, industrias sostenibles, iniciativas tecnológicas, propuestas ciudadanas, etc., además de la integración de otros proyectos e iniciativas actuales en la zona y propuesta de un Plan Estratégico de Urbanismo Sostenible Integral para ese entorno del Ecoeje, analizando las oportunidades del entorno y posibilidades de creación de sinergias para tratar de mejorar su calidad de vida y la gestión de los recursos en cuestiones agricultura, energía, gestión del agua, gestión de residuos, ocio y turismo sostenibles, habitabilidad de los edificios, mejora de las condiciones de vida, tecnologías smart, movilidad, oportunidades de empleo, etc. Ello se complementaría con una propuesta de prioridades y un sistema de indicadores que permitan evaluar sucesivamente el cumplimiento de objetivos del plan.

“Claramente se trata de poner en valor los recursos disponibles en el territorio desde un punto de vista natural, energético, agrícola o patrimonial para potenciarlos y protegerlos. En estas medidas se incluyen estrategias bioclimáticas tanto en edificios de nueva planta como en rehabilitación urbana, con las que se podría ahorrar una cantidad importante de energía al tiempo que se mejoraría el confort, tanto en la escala urbana como en la arquitectónica”, manifiesta Rodríguez.

Desde IpH-IUC recuerdan que este tipo de proyectos que entroncan con el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía cuentan con la posibilidad del desarrollo de proyectos financiados con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), uno de los principales instrumentos financieros de la política de cohesión europea.

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