Emilio Hernández/Mucho antes de que surgiese el proyecto de construir una Estación de Vigilancia Aérea (EVA 23) en Malpaso, bautizado como “Radar de Malpaso”, que acabó unido en el tiempo, y en la negativa insular, con el Centro de Lanzamiento Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) o “La Lanzadera”, se especuló sobre la posibilidad de que los Estados Unidos construyesen una base aeronaval en El Hierro.

Esta posibilidad, que no contó con ningún tipo de información oficial por parte del Gobierno norteamericano, se propagó en forma de rumores e informaciones periodísticas a principios de la década de los 80, lo que obligó al Ministerio de Asuntos Exteriores a emitir un comunicado través de la Oficina de Información Diplomática (OID) desmintiendo categóricamente la existencia de los planes norteamericanos.

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El comunicado, fechado el 12 de noviembre de 1980, afirmaba que “ante ciertas noticias aparecidas sobre supuestos planes norteamericanos para la instalación de bases estadounidenses en la isla de Hierro, esta Oficina de Información Diplomática confirma una vez más que por parte del Gobierno español no ha existido ni existe ningún proyecto de confiar a potencias extranjeras u organizaciones internacionales la defensa del territorio nacional de las islas Canarias, ni se permitirá en ningún caso su utilización como base o plataforma contra terceros países.”

Sobre esta situación y el supuesto interés de Estados Unidos, el entonces presidente del Cabildo, Tomás Padrón, relató GMº que en su momento nos llegó por la prensa ese supuesto interés, pero que nunca hubo ningún tipo de contacto o comunicado al respecto.

Entre los múltiples rumores surgidos alrededor de este supuesto interés norteamericano, está el que vincula al empresario palmero Manuel Cabrera Kábana y su conglomerado de empresas con el mencionado proyecto, principal motivación para la adquisición múltiples propiedades en una franja costera que va desde El Julan a Puerto Naos, precisamente la zona de Las Calmas, un lugar ideal para la construcción de las instalaciones militares, algo que como todo lo que rodeó a este interés, no va más allá de la simple epeculación.

Oficialmente, poco o nada más allá del desmentido del Ministerio de Asuntos Exteriores, aunque durante varios años se hizo referencia a esta información en diferentes publicaciones vinculadas los partidos de izquierda y o al independentismo canario en el marco de la Guerra Fría y la oposición a la OTAN.