GMº/La Fundación Virgen de los Reyes anuncia la suspensión de la Fiesta de Los Pastores, por lo que este 25 de abril, la Madre Amada no saladrá de sue ermita acompañada por sus custodios.

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La actual situación de emergencia sanitaria hacia previsible que una de las festividades más antiguas de El Hierro dejase de celebrarse, dando así cumplimiento a la actual normativa, algo que podría extenderse a festividades cuya celebración es en las primeras semanas de mayo, como son La Cruz en El Pinar o San Isidro en Valverde.

Adiós a la Madre Amada, Los Pastores*

Abril siempre marcó el cambio de ciclo en el campo herreño, La Dehesa no es menos, junto con septiembre establece el periodo de aprovechamiento invernal de pasto de costa, fiesta para empezar - Los Reyes (mal confundida con Los Faroles) - fiesta para finalizar - Los Pastores -, siempre gusto el herreño de celebrar el trabajo bien hecho, también de celebrar con una buena comida.

Marca Los Pastores el final de un ciclo importante en el mundo del ganado, hablamos de la oveja, (la cabra y la vaca nunca fueron bien vistas en La Dehesa, la impuso el Instituto Nacional de Colonización cuando arreciaba la Dictadura) ciclo de cría, de renovación de la manada, tiempo de apañada, tiempo de caminar hacia otros verdes, de recoger la cosecha y del languidecer de la leche y el queso.

Los pastores después de juntar el ganado en los diferentes alares como Lomo Bremejo o Estancadero, de separar el ganado marcado, de dilucidar con el respeto la propiedad, se citaban al pie de la Virgen, en el Alar del Caracol, que siempre fue más casa de la Madre Amada, que la ermita pagada y construida por ellos, a fin de cuentas acabó “nacionalizada” por la Iglesia.

El Caracol también es lugar de parlamento, de seguir la Ley, la de los pastores, que no por no estar completamente codificada y escrita, deja de ser menos Ley, basada en el principio legal más básico y a la vez más fuerte, la aceptación del grupo social de la norma, donde la palabra dada o la voz de los mayores alcanza un rango absoluto, más incluso que las publicadas en los boletines oficiales. Es por eso que allí el Alcalde, el de La Dehesa, siempre elegido democráticamente sin tener en cuenta en consideración el régimen del país u otras autoridades insulares, intermediaba en las disputas, que haberlas siempre las hubo, pero su palabra era respetada, su decisión aceptada, siempre entendida como justa y ecuánime.

Al pie de la Virgen también se pagaba tributo, para Ella, también pastora, del rebaño humano, pero también del ganado, de lo guanil, de lo no marcado como marca, subasta y pago como parte de la Fiesta.

También tiene Los Pastores su parte religiosa, “se celebró misa el 25 de abril de 1577” en referencia a la primera celebrada en la ermita, con seguridad antes en El Caracol, ya se sabe, siempre gustó la Iglesia de convertir lo pagano en cristiano, de tener sitio allí donde hay celebración, de trashumar.

Los Pastores es día de fiesta, de celebración, de jolgorio y comida, también de despedida, de las familias vecinas que ponen fin a la muda y vuelven al otro pueblo, a buen seguro también de quien “bien te mira” . Despedida del verde que marca la mejor época del año, de la sutil abundancia que da la leche, el queso y la carne. Despedida de la Madre Amada, incluso llegó a ser momento de decir adiós a una forma vida, eso si, siempre sin soltar la talega y el palo, siempre sabiendo que llegará septiembre y con él Los Reyes.

*publicado originalmente el 25 de abril de 2017/Emilio Hernández