Redacción/Este fin de semana los amantes del vino realizaron una visita por las bodegas con Denominación de Origen (D.O.) del municipio de La Frontera. En esta I Enoruta, organizada por el Ayuntamiento de La Frontera, los asistentes pudieron apreciar la autenticidad de los vinos que se elaboran en el Valle de El Golfo.
Desde Sabinosa a la Cumbre herreña, más de 70 componentes de esta peculiar expedición pudieron catar, siguiendo un riguroso protocolo anti Covid 19, un extenso mar de sabores desde el salitre marítimo, los múltiples y dulces aromas a fruta madura hasta los frescos verdores del monte de la isla. “Que la isla de El Hierro y el municipio de La Frontera tienen buenos vinos es una certeza indiscutible para los amantes de la enología” explican los organizadores.
Todo un éxito de iniciativa, que la concejala responsable de la misma Mercedes Álvarez, ha reseñado agradeciendo “la implicación y el buen hacer de los bodegueros junto con Hérika González, quienes han sabido trasmitirnos en cada una de las visitas realizada esa “pasión por lo nuestro; por nuestra cultura, por el trabajo bien hecho”. “gracias a nuestros bodegueros que nos han abierto sus pequeñas bodegas y en ella nos han mostrado sus grandes vinos. Gracias también a todos los colaboradores que han hecho posible esta I edición; que sin duda esperamos sea un punto de partida para seguir poniendo en valor lo nuestro” expresa Álvarez.
Poner en valor y dar visibilidad a las siete bodegas de La Frontera con Denominación de Origen de El Hierro ha sido precisamente uno de los objetivos de este proyecto que ha sabido aderezar el buen vino con los sabores de la tierra y de la cultura herreña. Un canto a los productos locales, al quehacer de los viticultores o al trabajo duro en viñas heroicas. Desde Soterana, Bodegas Quintero, HM Las Vetas, Vino de Uwe, Viña Frontera, El Mirador de Adra y Cornicales hasta La Casa del Aguardiente; en todas ellas sus representantes fueron acogiendo uno a uno a los grupos de participantes.
18 vinos en los que se pudieron apreciar los sabores propios y las variedades que ofrece el clima de El Golfo: el Listan, el Verijadiego, la Negramoll, el Baboso o el Guval. Dulces, secos, afrutados, ecológicos, elaborados con técnicas diferentes; algunos frescos, vivos, otros de sabores ancestrales. Una larga gama de olores y de sensaciones que albergan las pequeñas bodegas del Valle, unidas por primera vez para ofrecer en la isla su historia y el buen hacer de sus “vinos tradicionalmente únicos”.