Por: Asamblea Herreña.

Cuando miles de personas en toda Canarias protestan contra el desarrollo del modelo económico, en la Isla de El Hierro se oyen las voces políticas que abogan por un turismo de masas … light, argumentan que el contexto actual de la Isla con el resto de Canarias no es comparable, que estamos lejos de acercarnos al límite ambiental de plazas alojativas -unas 500 aproximadamente, cuando el límite 2/20 se establece en 3.600 plazas, y que quede claro que me refiero a camas operativas, y no a techos disponibles, y que eso nos da margen para crecer turísticamente, y mucho.

La opinión más frecuente en el mentidero, el auténtico cabildo de la política insular, es que en la Isla de El Hierro, si 100 personas quieren alojarse juntas, no pueden hacerlo… Así de precario se presenta el estado de situación, a pie de calle, del turismo. Complementado con las cifras record de que el Aeropuerto de los Cangrejos encabeza el mayor crecimiento de pasajeros en agosto del 2023 de todos los aeropuertos de Canarias, con 32.514 pasajeros.

Nuestro turismo crece, pero no podemos alojarlo. Si pudiéramos, nuestro turismo crecería aún más. Lo que parece, a primera vista, muy deseable. Así que el silogismo es: alojemos a ese turismo potencial que pudiera venir, porque eso es bueno para todos.

Nada más lejos de la realidad. 

Nuestra isla es, entre todas las Canarias, la única que se ha salvado hasta ahora del turismo desmedido y depredador del medio ambiente. Aún somos la única reserva de un posible turismo sostenible e integral. Si nos lanzamos en los brazos del turismo de masas, que empieza por la construcción masiva de hoteles, el daño social, económico y medioambiental que van de la mano con esos hoteles será irreparable, tal y como lo es en las Islas Capitalinas.

Por otro lado, debemos tener en cuenta el empuje de la ola de la emigración golondrina a Venezuela en nuestra isla, que viene deseosa de salir adelante económicamente en la tierra de sus antepasados, que vienen con el cuchillo del emprendimiento, sobre todo en bares y restaurantes. ¿Qué otra cosa se les puede pedir a personas que vienen de vivir la precariedad de una Venezuela cubanizada? Quieren incrementar los beneficios, el consumo en sus negocios, y para eso es fácil entender que su apoyo al turismo del cuánto más mejor, es comprensible. Una población recién llegada que políticamente cuenta con mayor peso al sumar casi el 30% de la población real.

Si preguntas a cualquier empresario herreño, al final te dirá que su precariedad se debe a que le faltan clientes. Y así es. Si preguntas a un político al uso te dirá que se está trabajando en el ámbito turístico por mejorar la oferta alojativa, trabajando en permitir el incremento de oferta hotelera. Lo hemos vivido con la aprobación del interés insular del antiguo convento de las Monjas en el Municipio de La Frontera, con una actuación urbanística de más de 65.000 m². Un auténtico martillazo al entorno costero de la Maceta y a la pequeña oferta hotelera de turismo vacacional en la zona.

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Y todo, porque hay que crecer, aunque el pie al final no quepa en el zapato. Porque crecer es progreso, porque más turismo es progreso.

 Sin embargo, es posible votar en contra, es posible oponerse al modelo, a ese fracaso absoluto del modelo turístico en el resto de las islas. 

La alternativa sigue estando entre optar por un desarrollo económico mínimo para las personas que vivimos en la Isla de El Hierro, porque no todos, aunque se intenta con fruición, podemos vivir de la Administración pública, y la preservación ambiental de la isla. 

Te lo dicen después de negar la mayor. Nadie quiere un turismo de masas en la Isla, pero un poco más de movimiento sí por favor. 

¿Qué hacer?

Nuestra propuesta está en preservar nuestro entorno, nuestra naturaleza, el medio ambiente insular. Nuestro modelo es el turismo como una economía subsidiaria sostenible, complementaria de una agricultura que comercializa no por kilos o toneladas sino por unidades. 

En El Hierro debemos poner en marcha las mejoras para reducir la contaminación del litoral, la salinización excesiva de las desalinizadoras, la creación de una red de alcantarillado eficaz, con una política de reciclaje y tratamiento de residuos en el sitio de origen, con la apuesta por una oferta hotelera de reducida dimensión, de vivienda vacacional y casas de turismo rural de excelente calidad y criterios de sostenibilidad; en incrementar el gasto medio por turista, en lugar de incrementar el número de turistas, por apostar por un turista que aumente sus días de estancia más que por el turismo exprés, por el turista que demanda servicios y que no ocupa empleo, por el turista de calidad. Debemos reordenar y urbanizar de una vez nuestros pueblos, debemos crear mecanismos que disminuyan la burocracia cuando se toma la decisión de construir al tiempo que se aumentan las exigencias de sostenibilidad, etc. Menos debe ser más. 

Debemos ser un ejemplo mundial de sostenibilidad y de integración paisajística, porque solo así podemos comunicar lo que nos diferencia realmente del resto de la oferta alojativa. 

Debemos apostar por un turismo caro. Pero debemos, a cambio, ser excelentes en la calidad de los productos que nos aporta el kilómetro cero de nuestro sector primario, debemos ser excelentes en nuestra oferta gastronómica y de servicios. 

Debemos tener una identidad que nos distinga y que posibilite un desarrollo económico sostenible en el tiempo y que no suponga mucho más tráfico en nuestras carreteras, más consumo de recursos, más deterioro.

Debemos ir por delante en regulaciones protectoras del desarrollo sostenible. Como es el caso de la creación de una tasa insular para aquellas personas que sin residir en la isla usan y consumen nuestros recursos. Somos partidarios de crear una tasa con la que financiar el desgaste de las carreteras y la gestión de los residuos, de limitar la adquisición de viviendas por personas no residentes, de promover un turismo de residencia permanente y si es posible enfocado a un segmento de población que demande servicios y no ocupe empleo y que sea compatible con el tipo de actividades que la isla de por sí ya nos ofrece, tranquilidad, calma, paisaje, seguridad, naturaleza, turismo de reducida dimensión, etc.

Por esta razón en Asamblea Herreña abogamos por la aprobación de un plan de Desarrollo Económico Sostenible e Integral de la Isla de El Hierro que nos permita a todos los que residimos en la isla, gobernarnos en la toma de decisiones durante los próximos 25 años, un Plan basado en la unanimidad de todas las fuerzas políticas y en la unanimidad de todos los que vivimos en la Isla de El Hierro. Debemos integrar las distintas sensibilidades para continuar viviendo juntos y vivir mejor.

Asamblea Herreña.