El decreto delimita el entorno de protección de forma que el inmueble quede integrado en su entorno natural

Redacción/El Consejo de Gobierno de Canarias ha aprobado declarar Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Etnológico el Hotel Puntagrande, más conocido como el hotel más pequeño del mundo, situado en el municipio de La Frontera, en El Hierro. Del mismo modo, el decreto delimita el entorno de protección de esta edificación, de forma que el inmueble quede integrado en su entorno natural.

 

En concreto, con la delimitación de la pequeña península o espigón rocoso, conocido como Puntagrande, hace que el inmueble quede definido en la propia formación geológica sobre la que se asienta.

Según se explica en la declaración de BIC, se trata de la primera ‘casa de la Punta’ que data, aproximadamente, de 1830, entonces constituida por un módulo de 40 metros cuadrados y cubierta con techo de colmo. Esta edificación pasó en 1884 a convertirse en el edificio que se ha conservado hasta la fecha, una construcción de dos plantas, propiedad de la familia Reboso.

El entonces denominado ‘caserón de los Reboso’ o ‘casa de La Punta’ llega a convertirse en un punto neurálgico del comercio del valle de El Golfo, debido a su ubicación junto al embarcadero anexo. Su parte baja sirvió de almacén y la superior, se convirtió en oficinas.

Los años comprendidos entre 1920 y 1934 pueden considerarse la época dorada de la actividad comercial de la ‘la casa de La Punta’, según se desprende de los manifiestos de carga y descarga de esa época. Allí llegaban tanto materiales de construcción como el cemento o la teja marsellesa, que se han convertido en una seña de identidad de la arquitectura tradicional herreña, hasta alimentos básicos como legumbres.

El declive comercial del embarcadero de la Punta, tras la inauguración de la carretera general de Valverde a Frontera en 1934, hace que se produzca un abandono progresivo del edificio que cambia de titularidad. Es en 1969 cuando comienza a gestionarse con fines turísticos, aprovechando los valores históricos y arquitectónicos.

En 1975, el inmueble es rehabilitado bajo la dirección del arquitecto José Luis Jiménez Saavedra, de forma que la parte inferior se convierte en restaurante y la superior zona de habitaciones y salón social, y se realiza una mejor integración de la construcción en el paisaje.

De la estructura original se conservan, parcialmente, los muros de carga de mampostería, la estética exterior y las formas y volúmenes iniciales. Además, algunos elementos singulares se conservan en madera y otros con ventanucos de escotillas recuperados de antiguas embarcaciones.

El hotel de Puntagrande entra en el libro Guiness como el hotel más pequeño del mundo en 1989. Dos años antes, se decide habilitar para uso turístico la parte alta del edificio con cuatro habitaciones y se inscribe con categoría dos estrellas.