GMº/El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) pone de manifiesto la necesidad de revisar y actualizar los sistemas canarios de “alertas de seguridad como el “Protocolo de avisos sobre fenómenos susceptibles de generar maremotos” que no contempla la actividad volcánica como un fenómeno potencialmente tsunamigénico, además de no existir sistemas de alerta para su prevención.”
El mortal tsunami de Indonesia del pasado mes de octubre pone de actualidad el trabajo “A new scenario for the mass transport deposits west Canary volcanic province” publicado por investigadores del IGME y del IEO en la revista científica Earth and Planetary Science Letters (EPSL)i que establece por primera vez el inicio del desmantelamiento gravitacional de la Provincia Volcánica de Canarias por su vertiente oeste hace aprox. 13.5 ±1.2 millones de años (Mioceno medio-superior) y revela un enorme sistema de flujo de sedimentos deslizados (depósitos de transporte en masa, en inglés mass transport deposits; MTDs) procedentes de la provincia volcánica de Canarias de 850 km de ancho y 750 km de largo, uno de los mayores del planeta.
El inicio del desmantelamiento gravitacional de la Provincia Volcánica de Canarias coincide con uno de los episodios de máxima actividad volcánica en las Islas Canarias (Mioceno medio-superior). Es la primera vez que se evidencia este hecho en el fondo submarino al pie de las islas y corrobora esta relación “actividad volcánica – deslizamientos submarinos” que se había inferido a partir de los sedimentos turbidíticos en la llanura abisal de Madeira, como productos finales generados a partir de estas grandes avalanchas. El impacto del trabajo en la comunidad científica reside en la aplicación de este escenario y modelo sedimentario en otras islas volcánicas oceánicas del planeta.
Por otro lado, revela también por primera vez que estos procesos de avalanchas no sólo tienen lugar en los flancos de las islas volcánicas, sino que pueden afectar también a montes submarinos también de origen volcánico. Es el caso de los montes submarinos al suroeste de las islas Canarias, que dan lugar a la formación de MTDs, en su gran mayoritaria enterrados y hasta ahora desconocidos, que constituyen la rama más meridional de este sistema de flujo de sedimentos deslizados procedentes de la provincia volcánica de Canarias. Otro de los hallazgos es que estos MTDs situados al pie de los montes submarinos al sur de las Canarias indicarían una posible reactivación volcánica (o tectónica) desde el Mioceno mediosuperioral Cuaternario frente a lo que se pensaba hasta ahora, es decir, que eran inactivos desde el Cretácico superior (desde hace 100 – 80 millones de años).
El artículo concluye que este sistema de MTDs procedentes de los deslizamientos de la provincia volcánica de Canarias ha permanecido activo, de forma intermitente, desde Mioceno medio-superior hasta el Cuaternario y coincidiendo con los episodios de actividad volcánica de Canarias. Los procesos de construcción (erupciones volcánicas) y de destrucción (deslizamientos) de islas volcánicas oceánicas están íntimamente ligados y son inherentes a su evolución geológica. Precisamente, los deslizamientos de islas volcánicas oceánicas, también llamados colapsos de flanco, son los procesos geológicos de transporte en masa más importantes del planeta, llegando a movilizar algunos más de 5000km3 como en el caso de las Islas Hawái, volumen equivalente a casi 5 millones de estadios de fútbol como el Wanda Metropolitano (1 estadio = 1 millón de m3). En el caso de Canarias, donde estos procesos han sido ampliamente estudiados por la comunidad científica internacional, el deslizamiento más moderno datado es el de El Golfo (hace 23.5–82.5 miles de años) que hizo desaparecer aproximadamente el 40% de la superficie emergida de la isla de El Hierro.
Sin embargo, su poder tsunamigénico es muy controvertido ya que, aunque estos procesos movilizan un volumen importante de rocas, la ola que generaría no sería tan enorme como se pudiera pensar.
Precisamente, este artículo detecta por primera vez en los sedimentos al pie de las Islas Canarias que estos colapsos de flanco no se producen normalmente como un hecho único y aislado en el tiempo movilizando enormes cantidades de roca, si no que se producen de forma multi-episódica, es decir, a través de varios procesos de deslizamiento y dilatados en el tiempo. No obstante, aunque algunos llegan a generar un devastador tsunami como en el reciente suceso en Indonesia; otros, afortunadamente son tan pequeños como el ocurrido sobre el cono volcánico de Tagoro durante la erupción volcánica de la Restinga en 2011del que no se detectó ninguna consecuencia.
Queda mucho por descubrir e investigar sobre estos desconocidos procesos geológicos, mecanismos de rotura, dinámica y su papel en la transferencia de sedimentos desde las islas oceánicas a las llanuras abisales, que como en el caso de las Islas Canarias llegan a recorrer casi 750 km. También, nos obliga a revisar y actualizar los sistemas de alertas de seguridad como el “Protocolo de avisos sobre fenómenos susceptibles de generar maremotos” que no contempla la actividad volcánica como un fenómeno potencialmente tsunamigénico, además de no existir sistemas de alerta para su prevención.