Por Juan Jesús Ayala.
Me refiero concretamente a la política desarrollada por el presidente Sánchez sometida a la incertidumbre donde los reflejos y las audacias que ha tenido hasta el momento se agotan por lo que tendría que insertar en sus próximas acciones de gobierno un cierto amago de “trampismo” para poder convencer. Pero cuando el convencimiento se hace altamente comprometido para explorar otros pactos o reforzar los actuales con el propósito de continuar en el poder, aparece en el horizonte que esos mismos pactos se le vuelvan en contra con lo cual la complicación es difícil abordarla con éxito donde las mayorías cambian, quizás por cansancio o por la espera hecha realidad en la radicalización de algunos; tanto en el espectro de la derecha como de la izquierda o de los nacionalismos catalanes, vascos y canarios.
Lo que se aprecia, ciñéndonos al espacio europeo donde aparecen fuerzas políticas emergentes como en Italia la Presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, por ejemplo; en Suecia, Polonia, Hungría, Eslovenia o en Francia convulsa por una reciente moción de censura sobre el ya ex Primer ministro, Barnier, por los extremos y que a pesar de elegir Macron como nuevo Primer Ministro al centrista Bayrou, sigue bajo la óptica del partido de Marine Le Pen de extrema derecha actualmente bajo la marca de Agrupación Nacional. Así como ya está anunciando la diputada, de La Francia Insumisa, Mathilde Panot que una próxima moción de censura está gestándose, nuevamente, por el extremo de la izquierda.
Y en el Estado español después de la Conferencia de Presidentes en Santander que terminó peor que como comenzó donde el problema de los menores en Canarias apenas motivó interés, dejando al gobierno de Clavijo al pie de los caballos, ya que la política sigue enrevesada y los posicionamientos de partidos emergentes están haciendo extraños compañeros de cama que es lo primordial y da la impresión que puedan acercarse al escenario de la gran política nuevos acompañamientos para obtener el poder de gobierno.
Parece que vaya a ser la tendencia, y mientras, la gente tendrá que seguir oyendo cantos de sirena y a la espera de poder pagar sus deudas, obtener y desarrollar un trabajo acorde con sus profesiones y oficios porque las esperanzas se pueden intuir lo que acontecerá, ya que dentro del espacio español personajes que mandan no dan la talla ni siquiera llegan al aprobado, por lo que habrá que estar al tanto a que las tendencias cobren o no cuerpo, que la verdad en las cuestiones importantes no se camuflen con los ropajes de la mentira o simplemente se vayan por las ramas.
Los pactos en política son necesarios e imprescindibles ante la dificultad de lograr mayorías por lo que se puede pensar que la realidad actual puede ser empujada hacia otra nueva realidad sin percatarse que son más los que callan que los que deciden por lo que cualquier empeño pone en trance imprevisto la gran política que no quebrará por falta de apoyos, sino precisamente por tenerlos y pensar que determinadas acciones son inmutables para el gobierno del momento, pero pudiera acontecer que los acontecimientos se vuelvan incontrolables y aunque se hagan fintas para evitar la quiebra de la gran política, estas pueden quedarse en el aire de la inoperancia.