USA & China: Duelo de titanes

USA & China: Duelo de titanes

Por Luciano Eutimio Armas Morales.

“La mayor caída en bolsa de la historia de la humanidad”. Con ese titular abría su información el pasado 27 de enero el portal de economía “Estrategias de Inversión”, indicando que la empresa americana Nvidia había perdido valor en un solo día, por importe de 589.000 millones de dólares. Esa pérdida, para que nos hagamos una idea, equivale aproximadamente a cuarenta veces el presupuesto anual de la Comunidad Autónoma de Canarias.

¿Qué terremoto sacudió las empresas tecnológicas de los Estados Unidos para provocar tan cuantiosas pérdidas?:   La irrupción en el mercado de la empresa china de inteligencia artificial Deep Seek de código abierto, que supuestamente resulta mucho más competitiva que sus homólogas americanas.

En realidad, esta es una batalla más por el dominio del planeta Tierra entre Los Estados Unidos y China, después de que Rusia, tercer actor en discordia, resultase arrinconado, primero por años de ineficiencia y corrupción en su sistema político, y la puntilla ha sido la guerra de Ucrania. Guerra por cierto instigada por sus enemigos, ya que, si bien Putin es un dirigente despótico presuntamente asesino y criminal de guerra, es, como podríamos decir coloquialmente, un perro rabioso. Pero también es sabido que cuando los perros rabiosos se sienten acosados, muerden. 

Con la guerra de Ucrania, por cierto, pierde Rusia, pierde Ucrania y pierde Europa, porque al incrementar los países de la OTAN su presupuesto de defensa hasta el cinco por ciento, tendrán menos dinero para educación, para sanidad o para infraestructuras, y ese incremento de presupuesto militar, en gran medida será destinado a adquirir armamento a Estados Unidos, beneficiando a sus empresas y a su economía. 

Pero bueno, decíamos que, en esa batalla por el dominio del mundo en términos económicos y militares, la inteligencia artificial se ha convertido en un factor que puede ser decisivo en esa guerra global y de momento incruenta entre las grandes potencias. Pero en estas batallas, también debemos dejar un espacio para el humor y el escepticismo. Imaginemos la situación en el plante Marte, dentro de unos años, en que los astronautas americanos llegan al planeta, y salen a recibirles los chinos que habían llegado mucho antes: 

Joyeria Bazar Elvira pie

Encuentro en el Planeta Rojo

Exterior. Superficie de Marte. El paisaje marciano se extiende hasta el horizonte, un mar de polvo rojizo y rocas desparramadas. Sobre una colina baja se alza un hábitat inflable con banderas chinas ondeando suavemente en el viento artificial generado por un pequeño sistema de ventilación externo. La cámara sigue a un astronauta estadounidense, su traje blanco reluciente bajo la luz difusa del sol marciano. Su respiración pesada resuena dentro del casco mientras asciende la pendiente, con pasos lentos y pesados por la baja gravedad.

A unos metros de distancia, aparece otro astronauta, esta vez con un traje rojo y detalles en dorado. Es el comandante Li Wei, el líder de la misión marciana de la CNSA (Administración Espacial Nacional China). Observa al recién llegado, inmóvil, con los brazos cruzados frente a su pecho.

Li Wei (por radio): "Bienvenido a la Base Tianhe, Comandante Parker. Es un honor recibirlos aquí, en nombre de la humanidad."

Comandante Parker (deteniéndose, jadeando ligeramente): "Gracias, Comandante Li. Es... impresionante estar aquí. Nunca pensé que este momento llegaría tan pronto."

Parker levanta una mano enguantada en un gesto de saludo. Li responde con un movimiento similar, más rígido, pero luego da un paso adelante y extiende su brazo derecho para estrechar la mano de Parker. El apretón es firme, un momento cargado de simbolismo entre dos naciones rivales.

Li Wei: "En este suelo, no hay banderas que nos dividan. Solo polvo estelar bajo nuestros pies."

Parker (sonriendo dentro de su casco): "Lo intentaré recordar, aunque sea un poco difícil con esa bandera roja tan grande detrás de usted."

Li Wei suelta una breve risa seca, un destello de humor que suaviza la tensión inicial. Sin embargo, su rostro vuelve a ser serio mientras señala el hábitat detrás de él.

Li Wei: "Por favor, acompáñeme. Hay té caliente en el módulo de encuentro. Supongo que ustedes prefieren café, pero tendrá que esperar."

Parker: "Té caliente en Marte. Eso sí es un hito histórico."

Ambos avanzan hacia el hábitat inflable, sus movimientos sincronizados y torpes bajo la gravedad marciana. Mientras cruzan la puerta de descompresión, un robot asistente, claramente diseñado con un estilo minimalista, se desplaza para registrar sus trajes.

Parker: "¿Cómo lo llaman?"

Li Wei: "Táng, como el primer emperador de la dinastía Tang. Siempre decimos que todo imperio necesita su servidor fiel."

Parker: "Ingenioso. Aunque mi equipo lo habría llamado algo más simple, como 'Robo Asistente 1'."

Li Wei: "Quizás es la poesía lo que nos mantiene cuerdos tan lejos de casa."

La puerta interna se abre con un silbido, revelando un espacio compacto pero cuidadosamente diseñado. Pantallas holográficas muestran gráficos meteorológicos marcianos, mientras dos plantas pequeñas flotan en una cápsula hidroponía improvisada. Li señala una pequeña mesa plegable con dos asientos. Sobre ella, un termo metálico y dos tazas esperan.

Li Wei: "Por favor, siéntese. El viaje desde su módulo debe haber sido agotador. Aquí, la distancia siempre nos recuerda lo pequeños que somos."

Parker: "Es curioso. En la Tierra, lo grande que es el océano entre nosotros siempre nos pareció insuperable. Y ahora estamos aquí, en otro planeta, compartiendo té."

Li asiente, sirviendo el té con movimientos precisos y pausados. Ambos se quitan los cascos y toman el primer sorbo. El silencio se instala, pero no es incómodo. Más allá de la política y las diferencias, son solo dos seres humanos en un lugar donde la vida es la excepción.

Li Wei: "Tal vez, Comandante Parker, aquí podamos construir algo diferente. Algo más duradero que lo que dejamos atrás."

Parker: "Tal vez. Pero si no funciona, siempre podemos culpar al té."

Ambos sonríen mientras un débil temblor en el suelo marca el inicio de otra tormenta marciana en la distancia. Pero dentro del hábitat, por un momento, todo es tranquilidad.

PS. Por cierto, la foto y el texto en cursiva los hemos creado por inteligencia artificial… americana, por supuesto.