Por Donacio Cejas Padrón.
2008
Crónicas pretéritas de mi pueblo de Frontera.
Dedico esta modesta crónica del mes de abril a hacer algunas puntualizaciones aproximadas de lo que ha significado la agricultura en El Valle de El Golfo, y la repercusión que ha tenido para nuestra querida isla a lo largo de la historia.
Parece ser que el cultivo que primero se implantó en El Golfo fue el de la viña, y ello sucedió desde finales del siglo XVI, y que poco a poco le fue ganando terreno a la ganadería, a tal extremo que el mismo nombre de La Frontera parece que viene derivado de la división que hubo entre ambas actividades, y parece ser también que la divisoria estaba localizada en las inmediaciones de Las Lapas. La viña y el vino ocupaba a la mayor parte de la población de El Golfo desde principios de diciembre hasta mediados de marzo, y después también buena parte de los meses siguientes hasta culminar en la temporada de vendimias que empezaba en agosto y culminara a mediados de octubre, todo ello coincidiendo con las tradicionales mudadas tan conocidas en nuestra isla, pero resulta históricamente demostrable que el Golfo albergaba durante buena parte del año a gran cantidad de habitantes, y que en el censo de oficial de 1905 sumaban 1209 personas registradas como habitantes de nuestro valle. Además, la exportación del vino producía un alto nivel de renta, seguramente el mayor de nuestra isla, y así lo demuestra la calidad de las viviendas que entonces se construyeron, especialmente en La Carrera, La Plaza, El Hoyo, El Lanchón, Las Lapas, Belgara, etc.; muchas de ellas aún en perfecto estado de conservación.
Seguidamente, vino el cultivo de la higuera, tan implantada en El Golfo especialmente la llamada Cotía en Los Llanillos, pero también en otras zonas, y que hemos conocido como productoras de higos nogales, blancos y negros, que también tuvieron su relevancia para la alimentación y para la exportación. Posteriormente, se fueron incorporando otros cultivos, especialmente los durazneros que han desarrollado unas características muy especiales de olor y sabor, y que también por muchos lustros fueron elemento muy de tomar en cuenta en la exportación y en la producción de renta, especialmente en la zona de La Frontera, Los Mocanes, El Jaral, Belgara y Tigaday.
Así transcurrió por muchos años la agricultura en nuestro valle, que también producía papas, cereales, hortalizas etc., siendo Los Villareales en Aguanueva con puesta en explotación de su conocido pozo quienes abrieron un nuevo historia de El Golfo, que después prolongaron los hermanos González con la puesta en explotación del pozo Fátima allá por los primeros años de la década de los cincuenta capítulos en y así continuó evolucionando la agricultura en Frontera hasta que algunos pioneros soñadores herreños y con la valiosísima contribución de los palmeros implantaron nuevos cultivos en El Golfo, primero el plátano y después de la piña, los cítricos, mangos etc. y se ha llegado a la situación actual en que Frontera es el motor económico de la isla tras cuantiosas inversiones por parte de los habitantes de El Golfo y con la ayuda del sector oficial.
Entre los logros más destacados en Frontera fue la creación en su momento allá 1976 de LA COOPERATIVA DEL CAMPO DE FRONTERA, entidad está de gran poderío económico en la actualidad, y que fue la realización de un sueño de habitantes de nuestro valle, que tuvieron la visión de muy largo alcance de comprender que para progresar y hacerse referente económico y empresarial en la isla tenían forzosamente que unirse y formar esta querida Cooperativa que afortunadamente sigue marcando el pulso económico en Frontera, pues hoy su actividad se ha diversificado en Almacén para la venta de Productos para el Campo, Empaquetado y exportación de plátanos, Piña, Mangos, cítricos, y otros cultivos, Central vinícola, que inició sus
actividades en 1986, Supermercado, Empresa de Transportes. Etc. a tal extremo que su volumen de facturación está llegando a los mil millones de las antiguas pesetas cada año, su Junta Directiva actual está compuesta y dirigida con gran acierto por D. Carlos Castañeda, D. Cayo Armas, D. Marcos Casañas, D. Bernabé Febles, D. Herminio, D. Casimiro, D. Sergio Febles, D. Luis Gutiérrez, D. Andrés Hernández, D. Dacio Armas, D. Maximiliano Cejas, D. Bernabé Febles, y D. Miguel A. Acosta, todos agricultores y empresarios de nuestro Valle; aunque también ha sufrido el doloroso parto de la división, de la fragmentación, tan de moda en estos tiempos en nuestra tierra, pero aun así, sigue siendo un referente empresarial en nuestra isla, potente y proyectada al futuro, como debe ser. Los herreños, con nuestro ingenio, hemos venido a descubrir una nueva teoría de la ciencia política, que dividiéndonos, separándonos, menospreciándonos y hasta avergonzándonos unos de otros, vamos a resolver los problemas de nuestra isla.
La Cooperativa del Campo de Frontera, con unas instalaciones y terrenos disponibles que suman, 26296 metros cuadrados, situada en El Matorral, afronta grandes retos de expansión y tecnología para beneficio de sus asociados. Recientemente, ha firmado un acuerdo con el Taller de Dinamizadores, dependiente del Gobierno de Canarias y del Fondo Social Europeo. A través de este acuerdo se elaborarán diversos proyectos de investigación y desarrollo, que irán enfocados en mejorar la competitividad de los productos y servicios que está ofreciendo La Cooperativa. La Cooperativa también ha pasado con éxito la auditoría realizada por AENOR, empresa verificadora que ha solicitado al organismo europeo competente, la adhesión de esta cooperativa a EMAS.
Nuestro Valle de El Golfo, tan acogedor y generoso, se ha nutrido en las últimas décadas, muy gustosamente de gentes de otras latitudes y de otros pueblos que con su trabajo y esfuerzo han encontrado en Frontera el buscado progreso y acomodo personal, pero también soporta con dolor cuando percibe que muchos de esos nuevos habitantes que viven y trabajan en su suelo, tienen su corazón en otra parte y así lo manifiestan y se comportan en momentos puntuales, sin sentirse parte de nuestro pueblo sino en algunos aspectos, casi siempre relacionados con sus intereses.
Frontera tiene una ya larga tradición empresarial, han sido sus hombres los que con su esfuerzo, generosidad -cuando han donado sus terrenos para la construcción de la hermosa red de carreteras que surca El Valle-, su trabajo y cuantiosas inversiones han transformado la vida económica de nuestro pueblo, pero es justo apreciar que en su afán de sacar adelante sus fincas y empresas, han dejado de lado participar en política para aportar sus experiencias y conocimientos al gobierno de nuestro Municipio, y ello ha sido desastroso para Frontera, pues desde hace algunos largos años nuestro pueblo ha carecido de grandes líderes, y como consecuencia de ello, nuestro Municipio ha venido siendo gobernado por personas sin experiencia gerencial, algunos de ellos venidos de fuera, que unas veces por falta de capacidad, y otras por falta de cariño a su pueblo y otras por anteponer sus intereses personales o de obediencia política, en el sentido de sus acciones, y sumado todo ello, el resultado ha sido muy negativo, pues de haber tenido Frontera hombres valiosos al frente de sus destinos, ellos no hubiesen admitido ni permitido ni mantenido unas normas urbanísticas que parece han sido diseñadas especialmente para frenar el desarrollo de nuestro pueblo, especialmente esas llamadas "Unidades de Actuación", pues de no haber sido por ellas, nuestra principal arteria comercial entre La Toyota y Tigaday ya hubiese estado construía, y así mismo todo el Centro de nuestro pueblo. La entrada a Tigaday el núcleo comercial más importante de El Hierro, ofrece un aspecto deprimente, donde pudieran haberse construido bellos edificios comerciales y residenciales solo se encuentran garajes y despojos. Asimismo no se ha podido construir el Hotel de 50 habitaciones que los italianos, actuales propietarios de la finca de D. Matías han venido solicitando, con una inversión aproximada de mil millones de pesetas, y lo mismo ha sucedido en Las Puntas donde otro grupo empresarial ha pretendido construir otro hotel, ninguno de ellos ha recibido la correspondiente autorización. Tampoco se concibe que en Frontera no se haya implementado una zona industrial y comercial moderna y amplia para la instalación de nuevas empresas tan necesarias para el desarrollo de nuestro Valle, y que nuestro Ayuntamiento a lo largo de muchos años haya vivido prácticamente de espaldas a sus organizaciones agrícolas y vitivinícolas, y nombraré en especial al Consejo Regulador de Denominación Vitivinícola de Frontera, del cual soy, muy gustosamente sus empresarios y a su secretario, y que siento gran pena cuando visito en otras islas a sus Consejos Reguladores, y los veo instalados en buenos inmuebles, bien equipados, valorados y protegidos por sus instituciones, y los comparo con el nuestro y sus instalaciones tan precarias y hasta humillantes, y con ayudas mínimas para apenas subsistir, cuando debemos tener muy en cuenta que nuestro vino es un elemento muy determinante en la economía de nuestra isla. La agricultura es el motor de nuestra economía, creando riqueza y puestos de trabajo. Sencillamente, no se entiende esta paradoja. Y espero que esa situación se corrija.
Ahora, un grupo de empresarios, sin color político alguno, se han agrupado en Asociación y han aparecido en escena para defender su pueblo, especialmente con motivo de la segregación de parte del Municipio, La Justicia dirá en su día si el procedimiento fue tramitado correctamente, pero lo importante es su aparición en escena, -quizás un poco tardíamente - para hacerse presente en nuestro pueblo, y que seguirán en sus acciones reivindicativas, poniendo su experiencia empresarial al servicio de su pueblo. Ha llegado la hora inaplazable de darle un fuerte impulso a nuestro Valle, dejándonos de disputas partidistas estériles que a nada bueno conducen sino mirando hacia el horizonte lejano y prometedor, uniendo esfuerzos y voluntades como hacen los pueblos inteligentes y comprometidos, y muy especialmente creando trabajo para que nuestros jóvenes no sigan siendo emigrantes. Yo personalmente creo que en nuestro pueblo se ha echado mucho de menos a los grandes hombres del pasado como D. Matías Castañeda Padrón, una figura irrepetible de nuestra historia, un patriota ejemplar, que aun a veinte años después de su fallecimiento nos sigue brindando lecciones de sabiduría.