La Bajada del siglo XXI. Divulgar tradiciones

La Bajada del siglo XXI. Divulgar tradiciones

Por Luis Felipe Martínez.

Siempre me lo dicen “cada uno a lo suyo”, pero es que ya me pica el oído tanto Pinar, Pinar.

Leo y escucho declaraciones en los medios de comunicación y siento como las medias verdades, escondiéndose detrás de sentimientos, tradición y emociones tratan de desviar la atención de los herreños, cuando realmente son las directivas de algunos grupos las que están generando la discordia, justificándose cada uno como le parece sin aportar soluciones al problema real que vivimos. 

Yo, pertenezco a la Asociación Folklórica  Bailarines de El Pinar, fui presidente durante 7 años y me permito dar mi humilde opinión. No represento al grupo de bailarines de El Pinar, primero porque estos no son sus principios y segundo porque es percepción particular que, vistos los escritos, no se están enterando del mensaje.

La directiva del grupo de Bailarines de Sabinosa hace declaraciones que sobran; de todos es sabido el parentesco entre familias de El Pinar y Sabinosa, hermandad, sentimientos y arraigo. De todos es sabido que la música de El Pinar ha sido la música de Sabinosa durante décadas por la escasez de tocadores, emigración, despoblamiento, cosas que marcaron época en la isla. Y aunque las familias se distancian, esto nadie lo va a cambiar y menos el grupo de El Pinar, dejemos de momento a estos dos pueblos tranquilos. Cuente la razón verdadera a su pueblo, porque a lo mejor no lo saben. La relación entre los grupos de El Pinar y Sabinosa se rompió hace unos años por los motivos, que no interesan a los lectores, pero que ustedes están al tanto, pues sigue prácticamente la misma directiva. Se intentó en la Bajada de 2017, no deberían de sorprenderse de esta manera.

Si leemos, escuchamos y entendemos que mi opinión particular va dirigida a los bailarines y no a los sentimientos vividos por cada uno de forma personal, entenderán el verdadero mensaje que les quieren trasmitir estas nuevas directivas, que según el presidente del grupo de Sabinosa, son jóvenes sin experiencia en estos temas y me han demostrado que al contrario que nuestra generación, tienen las ideas muy claras, saben cuál es su cometido, escuchan a su pueblo y lo más importante, están hartos y no quieren heredar la bajada que esta generación de los años 60 les intenta inculcar. Quieren heredar las Bajadas vividas por sus abuelos y bisabuelos, donde, a pesar de penurias, hambre o frío, el traslado de la Virgen era respeto, sabían su cometido y cumplían el voto lo más fiel posible a su norma.  

Piensen un poco, cuando una persona nacida en el año 1925 (cumplirá los 100 a finales) les dice que la Subida de la imagen es lo más parecido a las Bajadas que vivió y recuerda de sus padres: Valverde entrega al Norte, los bailarines de Valverde se retiran. El Norte realiza su traslado y entrega a San Andrés; los bailarines de El Norte se retiran. San Andrés realiza el traslado para entregar a Isora y se retira. Isora entrega a El Pinar y se retira. El Pinar entrega a El Golfo y recoge en el Cepón. El Golfo se retira. El Pinar entrega a Sabinosa y se retira. Conclusión: Sabinosa a las 20,15 horas, sienta a la Virgen en su santuario después de un traslado fluido, donde cada grupo ha realizado su encomienda sin molestar y sin ser molestado.

Si tomamos como “Norma” el voto de 1741, las Bajadas han sufrido cambios y modificaciones por motivos anómalos, de adaptación a los tiempos y no deben convertirse en “Normas”, porque los tiempos siguen cambiando y la Bajada sufrirá nuevas modificaciones. Y lo está pidiendo a gritos.

Ya en el siglo XIX La Virgen de Los Reyes era trasladada a El Mocanal como única salida del núcleo capitalino, pero en la Bajada de 1917, según gastos de la cofradía de la Virgen, la imagen fue llevada al pueblo de San Andrés. Se desconoce el motivo. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1921 rompió la fecha establecida en el Voto por razones del Clero, ya que el Magistral, que debía predicar el novenario, no podía asistir en dicho mes y se celebró en el mes de junio. Agricultores y ganaderos protestaron ante el Ayuntamiento porque les fastidiaban las labores del campo que tenían durante ese mes; fue desestimada, ganó el clero. La Bajada siguiente volvió a su fecha habitual. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1925 cuenta cómo el pueblo de El Pinar sienta a la Virgen en el descanso de La Cruz de Los Reyes, acompañado de sus bailarines y San Antón. Como anécdota inusual, el pueblo de San Andrés con sus bailarines, portando a San Salvador y San Andrés, se acercaron también hasta el lugar. Continuando El Pinar con el traslado y antes de entregar la imagen a Azofa, se encontraron con vecinos portando las imágenes de San Pedro y San Isidro que venían al encuentro de la Virgen en las inmediaciones del Bailadero de las Brujas (Fireba). Y “no pasó nada”.

Por motivo de la Guerra Civil, se suspendió la Bajada de 1937. Fue en un pleno municipal en el año 1939 que se solicitó retomar La Bajada en mayo de ese mismo año. Para continuar con las fechas establecidas en el voto, solo pasan dos años y en 1941 se celebra de nuevo la Bajada. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1941 también fue algo especial. La visita por primera vez del Obispo a esta festividad, provocó que todos los bailarines de los diferentes pueblos fueran hasta La Villa en vez de quedarse en sus respectivas rayas, como era costumbre. Además, la imagen se desplazó a El Mocanal como era tradición y visitó los pueblos de El Pinar y San Andrés por primera vez. Y “no pasó nada”. 

La Bajada de 1945, según escritos, los pueblos de Valverde, El Mocanal y San Andrés llegan al alto de Malpaso después de gran esfuerzo por encontrarse con la Virgen. Y “no pasó nada”.

El primer cambio en las fechas de celebración de las bajadas fue en La Bajada de 1965. La cofradía de la Virgen alegó en aquel momento, que debido a la emigración de los herreños/as y la despoblación, se suponía que la existencia de peregrinos para acompañar a la imagen sería mínima y el mes de junio facilitaba la afluencia de estudiantes. He visto fotos de La Bajada de 1961 y solo aparecen 4 parejas de bailarines, alguno con su cigarro atravesado en la boca y sus chaquetas para atajarse del frío. Durante las siguientes 4 Bajadas, el mes de junio fue en el que se realizó esta festividad. No debería convertirse en “Norma”. Y “no pasó nada”. 

La Bajada de 1981 fue la primera en celebrarse en el mes de julio. Se sigue pensando en estudiantes, peregrinos y mes de vacaciones, pero no se pensaba en la afluencia de 30000 personas que nos visitan, 700 bailarines y una campaña de incendios en pleno mes de julio, lo que complica un plan de seguridad cogido con pinzas. Y “no pasó nada”. 

Nos está diciendo la experiencia de que no debería haberse modificado la fecha y, a día de hoy, con los transportes marítimos y aéreos que tenemos, es hora de regresar al Voto y las costumbres, volver a realizar las Bajadas en el mes de mayo como marca la tradición. 

Las rayas tienen un sentido y ahora cada uno le da el significado que le parece, según le interese. “Se creen dueños de su raya”, “la raya es algo ficticio”, "la Cruz de los Reyes es zona neutral”. ¿Desde cuándo? 

Muebles El Placer Pie

Explicar cuál es el significado de las rayas (todo el mundo que desconoce siente curiosidad), es nuestro cometido, es una norma de nuestro Voto para poder celebrar este traslado, se encomienda a cada comarca la custodia y acompañamiento de la imagen durante una parte del recorrido asignado, para garantizar en todo momento que la Virgen no se encuentre sola. Estas rayas han sufrido cambios, al igual, que los grupos se han dividido, pero la esencia está ahí. En cada raya es soberano el pueblo encargado del traslado y se acatan las reglas de los grupos. 

Antiguamente, Sabinosa entregaba en la raya de Binto al grupo de El Pinar. Comandados por sus alcaldes pedáneos, Taibique llevaba la batuta hasta El Cepón y las Casas recogían la batuta para entregar a Azofa en las Asomadas. Hasta las inmediaciones del acceso a la Albarrada, Azofa trasladaba la imagen para entregar a Valverde, donde el grupo de Tiñor se encargaban del resto del traslado hasta La Villa. Alpargatas viejas, penurias, comida la justa y con el cigarro en la boca llegaban de día. 

Actualmente, por separación o aparición de grupos al traslado de la imagen. El grupo de Sabinosa y el grupo de El Pinar se separan; la raya sigue siendo la misma. Los primeros inician el traslado desde el santuario y le pasan el relevo al grupo de El Pinar en la raya de Binto. Se suma al traslado el grupo del Golfo, reajuste de rayas, recogida en la raya de El Cepón y entrega en la raya de La Llanía. El Pinar pasa el relevo al grupo de Isora en la raya de La Mareta. Azofa se divide en grupo de Isora y grupo de San Andrés, con reajuste de rayas, recogida en La Mareta. Isora pasa el relevo a San Andrés en La Cruz del Niño y de ahí a cuatro esquinas. Se suma al traslado el grupo de El Norte, con reajuste de rayas, recogida en la raya cuatro esquinas, entrega en Tejeguete, coge relevo el grupo de Valverde y de ahí a La Villa. Y “no pasa nada”. 

Tal y como están las cosas a día de hoy, orgulloso de pertenecer a este pueblo y a este grupo de bailarines porque enseñamos a los/as jóvenes el legado y misión de nuestros mayores durante el traslado de La Virgen, que no es otra que, recogerla en Binto y cuando nos despedimos de ella en La Mareta, regresamos con nuestro santo y felices de haber cumplido la tarea, disfrutado de nuestra música, nuestra gente, volvemos a nuestra parroquia sin molestar y sin ser molestados. Tenemos 110 bailarines y 36 tocadores. En el camino no caben más, por favor. Los abuelos, cuando eran pocos, se ayudaban y cuando eran muchos se repartían. Ahora que somos muchos, usamos la filosofía de "no ayudamos, pero por lo menos molestamos", y así nos va.

Debemos ser un poco más inteligentes. Usar la palabra “inclusiva” para la Bajada es muy bonito, ojalá se pudiese cumplir, pero la fe no va con la ciencia y no puedes meter seis elefantes en un seiscientos por muy “inclusivo” que sea. No nos damos cuenta del mal que le hacen al recorrido, como es posible que el grupo de El Norte tenga que entregar la imagen al grupo de Valverde en Tejeguete y, solo por respeto, el resto de los grupos deberían echarse fuera para facilitar al que entrega y recibe en su raya, se quedan ahí plantados impidiendo un traspaso fluido, molestando y encima pretenden que les inviten a continuar. Los grupos de bailarines tienen que mentalizarse para que, cuando termine la parte de su traslado, se retiran y pasan el relevo. Para eso ensayamos con nuestro grupo, no podemos meter 600 bailarines en un camino. Si quieren acompañar a la Virgen hasta la Villa, nadie se lo impide, pero como todo peregrino, caminando. Cuando termina Valverde y sienta la imagen en la iglesia, los grupos le pueden hacer su venia si tan deseosos están y hasta la próxima.

Por favor, jóvenes directivas que no tenéis experiencia, callarle la boca a esta generación de carcamales que quedamos en activo, que empezamos las bajadas en la época, nos interesa porque nos conviene tener razón y olvidamos la verdadera “Norma”. Retroceder más en el tiempo, volver a los recuerdos, intentar, como he dicho, que el voto realizado por nuestros antepasados no se quede en historia.

El Sr. Lalo Elviro (leyenda viva de las Bajadas) ofrece propuestas inteligentes; parece que no interesan. Pues me sumo a nuestro vecino, tal y como están procediendo los grupos de bailarines, La Bajada del siglo XXI solo tiene una solución:

  1. Cada grupo en su raya. Venias más fluidas y entregas más rápidas.
  2. Por la medida anterior, la venia general innecesaria. No existía antes, no tiene por qué continuar.
  3. Si la Virgen ahora visita todos los pueblos, la parada de San Andrés no tiene sentido. No existía antes, no tiene por qué continuar.
  4. Retomar de nuevo la fecha del mes de mayo, como parte del voto y su tradición. Reduces el número de peregrinos y evitas la campaña de incendios, menos despliegue de cuerpos de seguridad, cruz roja, sanitarios, etc., con lo que facilitas el plan de seguridad tan complejo que tenemos. 

Solo con estas medidas ya le ganas más de dos horas al camino.

Como piñero, sabiendo que somos fieles a nuestras tradiciones, que todas estas discrepancias grupales no van con nosotros, pues tenemos claro nuestro cometido, el grupo está dando propuestas justificadas para que funcione nuestra Bajada que no se dicen. Dejen de darnos publicidad, no deseamos entrar en este enredo.

El señor Donacio Cejas dice, en su artículo, que Sabinosa está pagando el apoyo a El Pinar por lo acaecido en la bajada de 1993, tonterías de apoderamiento, derechos y propiedad de rayas que todos conocemos. El grupo de El Pinar y el de Sabinosa, al igual que el resto de la isla, ha crecido en número de componentes y ahora mismo no necesitan de ayuda mutua. Cada uno puede continuar su camino e inculcar su música y baile a sus predecesores. Y “no pasa nada”. Le comento a este señor que, con motivo del desmadre de la Bajada de 1989, se comunicó a los responsables de grupos, propuesta para realizar la bajada de 1993 desde el alto Malpaso a la Cruz de Los Reyes, todos juntos. Seguro que no se lo han querido contar. Sin opciones y sin discusión. Cuando llegamos a Malpaso, no había nadie. Fue cuando, bajando por las laderas hacia la Cruz, subían bailarines alentados por políticos y algún personaje sin escrúpulos, al grito “suban que es la raya de todos” "que se creen estos piñeros".… incumpliendo lo hablado. Desafiaron al grupo de bailarines de El Pinar, le quisieron humillar, delante de herreños/as y peregrinos, pero se encontraron con un obstáculo delante. El pueblo piñero estaba con sus bailarines y mandaron un mensaje muy claro: “aquí se respeta”. No nos hacía falta la tolerancia de las autoridades y de la iglesia, nos bastaba la razón.

Feliz Bajada.