En el camino de la historia: ¿Quien la escribe?

En el camino de la historia: ¿Quién la escribe?

Por Juan Jesús Ayala. 

(“Me maravillo a menudo de que resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe de ser pura invención”). E.H. Carr.

Suele decirse la manida frase, “que los hechos hablan por sí solos”, pero los hechos solo hablan cuando el historiador apela a ellos, ya que es el que decide a qué hechos se da paso y en que orden y contexto hacerlo. Hechos de cierta relevancia se pregonan en los textos históricos con prontitud y otros de máxima importancia por su contexto político, se silencian esos documentos y le dan un cierto tiempo para “desclasificarlos”. Como si a la acción histórica se le cubriese de un manto vergonzante o de miedo. El mismo E.H. Carr, ya lo pone de manifiesto, el estudio de la historia es un estudio de causas”.

Sin embargo, otro historiador de fuste, R.G. Collingwood, refiere que la historia es para el autoconocimiento humano, y consiste en que nos enseña lo que el hombre ha hecho, y en ese sentido lo que es el hombre.

Y lo peor que le puede pasar a la historia es cuando se convierte en opinión, se desliga del rigor de los hechos relatados y aparece en su lugar lo mitológico, el individualismo, “los malos, los buenos” que es cuando se llega a convertir en lo que Herodoto, padre de la Historia no considera a esta como una triste fábula con la intervención directa de los dioses en la vida de las personas, sino prefiriendo enfocar sus relatos en la naturaleza humana con una visión  más filosófica y racionalista a su narrativa histórica. O sea, ¿por qué estos hechos?

Muebles El Placer Pie

Dándose la paradoja en la evolución de la investigación histórica actual que está  plena de contradicciones donde lo insignificante, improductivo, lo opaco y lo peor, lejos de lo mitológico, exige una presencia histórica, aunque algunos historiadores  refieren que la cultura europea no parece en situación de dar cuenta, de explicar  coherentemente la historia de aquellos que no han tenido quizás una historia.

Los controladores de los canales del poder institucionalizado, que generalmente son los vencedores de mil batallas y los perdedores de esas mismas batallas, si acaso, solo tienen un rincón donde escribir sus derrotas, el porqué de ellas, donde funciona la traición,  la esclavitud de las ideas a los que se les secuestra no solo la palabra, sino el mero intento de poder relatar desde la incomodidad hechos vergonzantes y dar noticias de ellos. 

“Simplemente, poder escribir su historia en clave desmitificadora para acceder a la globalización del significado humano de la persona. Un historicismo político en el que lo vivido cotidiano se convierta en la clave fundamental que descorra las cortinas del escenario, donde solo palpite la verdad.” (Franco Ferrarotti, Catedrático de Sociología y político fallecido el pasado noviembre de 2024). Con  el que estoy totalmente de acuerdo.