Opinión

 Crónicas pretéritas: Plan de riego para la comarca de San Andrés e Isora

Por Donacio Cejas Padrón.

Con fondos propios, el Gobierno de Canarias ejecuta un ambicioso plan de riego para las zonas  de San Andrés, La Cuesta e Isora en la parte alta de nuestra isla, el mismo ha sido presentado el viernes en Isora, con presencia del Presidente del Gobierno de Canarias Sr. Fernando Clavijo, el Consejero de Agricultura Sr. Narvay Quintero, y el lunes en San Andrés, con presencia también de técnicos del gobierno y autoridades regionales e insulares, así como nuestro Senador.

Me he puesto a estudiar este proyecto y las repercusiones que sin duda el mismo ha de tener para nuestra isla, y no puedo menos que llamarlo el pequeño Plan Badajoz ejecutado por El Gobierno  en la zona de Extremadura  en los años cincuenta del pasado siglo, y que cambió radicalmente la vida de miles y miles de españoles, creo sinceramente que también a nuestra isla le ha llegado una época, una oportunidad, que si se lleva a feliz término, sin duda alguna transformará el paisaje y la económica de nuestro marco insular. La Meseta de Nisdafe y toda la zona que abarcará este proyecto, dispone de unas tierras  excelentes, en su mayoría llanas o de suaves pendientes, de fácil acceso, muy apropiadas para el laboreo de las mismas, aptas para varios cultivos, así como para la ganadería.

No seré yo quien pretenda dar explicaciones técnicas del ambicioso plan, algo que ya han hecho las autoridades, lo único que humildemente pretendo es considerar el valor del proyecto, y  avisar de las transformaciones que el mismo ha de producir en la vida social y económica de la isla, y es posible que en adelante esa zona se convierta en un polo de atracción para que jóvenes tomen la agricultura y la ganadería como profesión, y dejen de mirar al horizonte de la emigración como única meta, tal y como tuvimos que hacer los jóvenes de varias generaciones.

Cierto es que el proyecto requerirá de tiempo para irse desarrollando, pero seguro que en fechas no muy lejanas ya empezaremos a ver los resultados.

Me acuerdo de los primeros pasos que se dieron en El Golfo en la década de los años sesenta, las primeras reuniones con los técnicos de Extensión Agraria entre los que recordamos a nuestro ilustre paisano Rafael Armas, al que nuestro valle tanto  le  debe, lo que se hablaba y prometía entonces parecía un sueño irrealizable, y fue la tenacidad de las autoridades y otros factores concurrentes lo que propició el progreso de que disfrutamos en Frontera, fue determinante la acción del Cabildo Insular, regido entonces por  aquel gran hombre que fue D. Matías Castañeda, que viendo los sondeos que se estaban realizando en Lanzarote para estudiar el subsuelo de la isla, se plantó inmediatamente en Madrid en El Geológico del Ministerio de Obras Públicas, suya sede después conocí, pues por un tiempo pertenecí al cuerpo de técnicos del mismo, situado en la calle Claudio Coello 106 de Madrid, pidiendo insistentemente a los Ingenieros D. Federico Macao y D. Dámaso Fernández Matute, que ese mismo estudio se hiciera en El Hierro antes que los equipos regresaran a Madrid, y ellos atendieron las razones que impulsaban  al Presidente de El Cabildo, y accedieron  al traslado desde Lanzarote a El Hierro de las máquinas de sondeos y el personal técnico, entre los que recordamos a D. Ángel González, D. Jose Esteve, y los jóvenes sondistas José María  y Manolo, y yo mismo que hice curso en Madrid en enero de 1,966 en La Escuela de Sondistas, y me vine con mi  diploma como tal, si bien es verdad que ejerció por poco tiempo, pues ya yo había decidido irme para Venezuela, de lo cual siempre me he alegrado.

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De los resultados de los sondeos que se hicieron entonces, se supo la cantidad y calidad del agua  que había en el subsuelo, y ello fue determinante para que el estado otorgara subvenciones y ayudas para nuevas fincas, y los sueños que al principio parecían irrealizables poco a poco fueron convirtiéndose en realidad, y hoy nuestro valle es el motor económico de la isla, merced al trabajo constante de los herreños y palmeros que han dado lo mejor de sus años de vida al progreso de nuestra tierra.

Quiera Dios que ahora, en la zona de San Andrés, La Cuesta e Isora, se empiecen a concebir un nuevo sueño, y que poco a poco se convierta en la realidad que todos esperamos.

Suerte ha tenido nuestra querida isla con ese Consejero de Agricultura,  del Gobierno de Canarias, un isorano sencillo y humilde con una increíble capacidad de trabajo, que está dando a nuestras islas lo mejor de sus años todavía mozos, y que pasará a la historia  como un referente a imitar por  quienes en adelante decidan dedicarse al servicio público.  Amigo Narvay encarnas perfectamente aquella frase de Bolívar cuando dijo. EL QUE DA TODO POR LA PATRIA NO PIERDE NADA Y GANA GLORIA, Y TU TE LA ESTAS GANANDO SOBRADAMENTE.

Si Dios quiere y los sueños de progreso de las partes altas de la isla  sé convierten en realidad y un día viésemos los frutales ofreciéndonos sus deliciosas maravillas, entonces   los herreños podríamos repetir aquel  recordado estribillo de la antañona y cadenciosa MEDA.

Quien ha visto en el dorado un duraznero plantado.                     

Merece nuestro reconocimiento el actual Presidente de El Gobierno de Canarias Sr. Clavijo  y su equipo de gobierno, por el gran interés que han puesto en esta obra tan determinante para el futuro de El Hierro, y  todas las autoridades que han dado también su apoyo y su trabajo, a todos ellos, la gratitud de los herreños.

La Restinga al límite

Por David Cabrera de León.

El pueblo pesquero de La Restinga se ha convertido en el epicentro de una crisis humanitaria que parece no tener fin. En 2024, la isla recibió más de 22.000 migrantes, una cifra que duplica su población total. Este año, tan solo en enero, más de 4.000 personas han llegado a sus costas.

Los vecinos de La Restinga, que durante años han demostrado una solidaridad ejemplar, hoy alzan su voz en señal de hartazgo. No es xenofobia lo que expresan, sino el cansancio de una comunidad que ve cómo su forma de vida se desmorona bajo el peso de una crisis que les sobrepasa.

El muelle, su centro de actividad pesquera y turística, se ha transformado en un improvisado campo de refugiados. Más de la mitad de su superficie está ocupada por estructuras prefabricadas, con más de 40 contenedores y vallas que cierran el acceso, ofreciendo un panorama desolador tanto para los residentes como para los turistas.

La economía local, basada en la pesca, el buceo y el turismo, se tambalea. Los veleros ya no encuentran espacio para atracar, los visitantes cancelan sus reservas, y las aguas, que antes los atraía, ahora están marcadas por la presencia constante de la tragedia humana. 

Contaminación, malos olores, ruidos, basura y muchísima indiferencia y burocracia son solo algunos de los problemas que denuncian los vecinos. Y eso no es lo peor, los servicios básicos también se han visto comprometidos, médicos y ambulancias se encuentran al límite de su capacidad asistencial. 

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Desde El Hierro ya estamos coordinando esfuerzos con el Gobierno central para trasladar las instalaciones de apoyo a migrantes desde el puerto a una ubicación cercana, en un intento de minimizar las interrupciones a la vida local. Pero se necesitan más acciones y es hora de que Europa despierte ante esta realidad. La Restinga no puede seguir siendo la puerta trasera de un continente que mira hacia otro lado. Necesitamos una política migratoria coherente, humana y efectiva que aborde las causas profundas de este éxodo masivo.

Mientras tanto, los herreños seguimos atrapados entre la compasión y la desesperación, preguntándonos cuánto más podremos soportar hasta que alguien tome cartas en el asunto. La solidaridad tiene un límite, y ese límite se está alcanzando. No se trata solo de números y estadísticas; hablamos de vidas humanas en ambos lados de la ecuación. Por un lado, los migrantes que arriesgan todo en busca de un futuro mejor; por otro, un pueblo que ve cómo su vida y su trabajo se ve amenazado.

Es urgente que las autoridades con competencia actúen. La reubicación de las zonas de destrucción de pateras, la implementación de protocolos efectivos para la gestión de residuos, y la garantía de servicios médicos son solo algunas de las medidas que los vecinos ya han reclamado con urgencia en reuniones y reivindicaciones.

Y mientras las olas siguen trayendo a nuestras costas sueños naufragados, La Restinga lucha por no ahogarse en un mar de indiferencia y burocracias.

Isla de Ferro. Somos territorio

Por Alexis W.

En los años 20 del Siglo XXI asistimos a un rápido proceso de transformación social y cultural  de la sociedad herreña contemporánea y su mas preciado bien, el territorio. El paisaje no es solo una imagen estática, sino un espacio habitado física y emocionalmente, cargado de historias y significados. La isla no es solo tierra, es memoria, no es solo roca, es relato. En cada pliegue de sus acantilados, en cada corte de carretera donde la tierra se quiebra en ocres y rojizos, en cada sombra que deja el sol al morir la tarde, El Hierro habla el lenguaje silencioso de los colores macaronésicos. La tierra no nos pertenece, formamos parte de ella y es por ello que las intervenciones cromáticas  que el proyecto  “ Isla de Ferro “ lleva trabajando los últimos 20 años no buscan domesticar la naturaleza, sino revelar su alma y permitir que quienes la habitan se reconozcan en ella como un elemento  orgánico más. Somos territorio.

Esta iniciativa quiere generar un puente entre la memoria geológica de la isla y la identidad de su gente, quiere ser una invitación a ver y entender el territorio con otra sensibilidad.  El proyecto “ Isla de Ferro “ no busca imponer una estética foránea ni transformar el paisaje en algo ajeno, sino resaltar su esencia cromática. A través del uso del sulfato de hierro, devolvemos a las manchas de cemento los tonos que ya existen en las laderas y barrancos, en las cicatrices geológicas de la isla. Lo que antes era un espacio deteriorado visualmente ahora se convierte en una extensión del paisaje insular, en un testimonio simbólico del respeto de sus habitantes por la isla.

El color en este proyecto no solo define el paisaje, sino que también se convierte en un lenguaje simbólico que comunica identidad, memoria y pertenencia. En el caso de la Isla de el Hierro, esta gama cromática no es solo una elección estética, sino un símbolo de la relación histórica de los habitantes con el lugar. El ejemplo mas claro lo encontramos en una teoría sobre el origen del nombre de la isla, que curiosamente se relaciona con los colores ferrosos del paisaje que veían los navegantes desde el mar y les hacía pensar en la existencia del mineral. Así lo atestiguan las numerosas cartografías europeas  anteriores y posteriores a la conquista del archipiélago que utilizaban para nombrarla los étimos latinos “ Isla de ferro “ o “ isla de fer”. 

La Frontera Activa. Haciendo pueblo”. Un proyecto de participación ciudadana. Un compromiso con salvaguardar  nuestro patrimonio material e inmaterial.

El pasado diciembre acabo la primera fase de “ La Frontera Activa. Haciendo pueblo “. Una apuesta del Ayuntamiento de La Frontera que se marcaba varios objetivos: el embellecimiento y la dignificación de rincones deteriorados visualmente en diferentes  entramados urbanos del municipio y sobre todo, la creación de un espacio necesario para el re encuentro entre la institución y todas las sensibilidades que habitan el territorio. Los ciudadanos. Durante este tiempo, institución y vecinos, hemos trabajado con diferentes herramientas y lenguajes los valores de pertenencia, la idea de que un pueblo vive y respira en la medida que su gente lo cuida, honra y  sueña. Durante seis meses, hemos documentado el patrimonio material e inmaterial de los barrios, desde Las Puntas a Sabinosa tocamos las puertas invitando a los vecinos a ser escuchados y participar en encuentros para reunirnos, oírnos y entender las encrucijadas de nuestros barrios con los ojos de quienes mejor los conocen. Las personas que lo habitan .

Un pueblo bello es un pueblo que se respeta, que se valora, que se sabe parte de algo más grande y  no siente complejos de reconocerse en lo pequeño. Cada mancha de cemento intervenida, es de una manera metafórica el testimonio del compromiso colectivo y la voluntad de construir un municipio más bonito, interesante y respetuoso. Hemos convertido callejones en lienzos, fachadas en relatos y piedras en testigos de una comunidad que quiere  ser moderna sin dejar de reconocerse en su idílico imaginario rural.

Las plazas han sido testigos de estas confluencias donde se ha hablado de lo que fuimos y lo que queremos ser, lo que tenemos y lo que nos falta. Los vecinos han tomado y hecho suya la palabra, señalando los rincones que pedían cariño, atención y respeto para luego hacer un diagnóstico comunitario y explorar  juntos, las múltiples posibilidades de desarrollo de cada zona.   

Los tiempos en las dinámicas de  La Frontera Activa han sido concebidos como el proceso orgánico de sembrar una semilla, una esperanza. Entonces esta presentación, no es un final de algo, sino el comienzo de algo bello y hermoso: recuperar de nuevo la ilusión por volver a vivir en armonía y equilibrio con el paisaje que nos acoge, demostrar con hechos que amamos esta tierra. El proyecto de isla, concebido como una responsabilidad colectiva, requiere del compromiso de todos los estamentos de la sociedad herreña, siendo esa una de las metas de esta iniciativa. La institución necesita  a los vecinos y los vecinos necesitamos a la institución. 

Hemos sido ambiciosos en los propósitos marcados, somos pocos, la escala humana y geográfica de la isla nos permite soñar con la meta y la idea de que aquí todo es posible. Creemos en la gente y en el poder de la ilusión, contamos con el amor de los herreños por nuestra tierra como la mejor arma posible para cambiar  algunas realidades que nos desacreditan como pueblo. Si trabajamos y caminamos juntos, podemos empezar a decir que vivimos en lo mas parecido que conocemos al paraíso.  Si no, perderemos la oportunidad que nos diferencia de las islas hermanas.

Entonces el verdadero impacto del proyecto La Frontera Activa no lo podemos medir solo en la estética renovada de sus espacios, sino en la transformación social que ha generado y quiere seguir generando. El embellecimiento de los barrios no es un fin en sí mismo, sino un medio para fortalecer los lazos comunitarios, incentivar el respeto por el espacio público y fomentar una cultura de cuidado y pertenencia. Cada rincón renovado es un símbolo de lo que podemos lograr cuando hablamos el mismo lenguaje y caminamos  juntos.

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Una nueva herramienta de innovación en el modelo  turístico sostenible: re descubriendo La Frontera.

El proyecto Isla de Ferro se mueve en varios frentes de actuación. Por un lado es una iniciativa  paisajística que en su desarrollo ha ido aportando nuevas poéticas al imaginario visual del paisaje insular, ya son unos cuantos kilómetros cuadrados de gris de cemento que hemos transformado en nuestros colores. Los acabados con tonalidades ferrosas en los altos de las paredes han creado una nueva tipología en nuestra cultura de la piedra. Los nuevos tiempos han convertido la Isla de El Hierro en un destino turístico. En este ámbito IDF ha construido  innovadoras herramienta para conocer la isla, como  la guía publicada por el Cabildo Insular “ El Hierro. La isla del color “, demostrado que estamos innovando en el modelo turístico sostenible. 

“ La Frontera “, entendida como destino, quiere ser una historia viva que se descubre en el ejercicio de andar y observar. Este proyecto  ha querido amplificar y enriquecer  la imagen de La Frontera y nuestra isla,  la manera en que la sentimos, pensamos  y celebramos. Hemos creado nuevas rutas y experiencias invitando a vecinos y visitantes a deambular  por nuestras calles con el respeto de quien pisa terreno sagrado, con la curiosidad del que redescubre su propia casa, sintiendo asombro por lo cotidiano, tomando conciencia de que cada piedra, cada muro, cada callejón y cada topónimo es una parte de nosotros. Con este proyecto, el municipio apuesta por la experiencia de perdernos acompañados del silencio para descubrir la belleza de lo imperfecto que se dibuja en este territorio que es un poema inacabado, escrito por el tiempo y  sus moradores.

Se ha trabajado la imagen de la “ La Frontera “ como un destino por descubrir, para los vecinos y los que nos visitan. Los atractivos no son solo una postal, sino una experiencia viva, una invitación a adentrarse en los callejones donde la historia respira, a mezclarse en las plazas donde el paisanaje se encuentra, a reconocernos en las huellas que han dejado nuestros antepasados. Cada calle y cada barrio  es el capítulo de un libro abierto, una historia que espera ser descubierta. En esta isla, hasta la piedra más pequeña tiene una historia que contar. Los trazos de Ferro siguen uniendo, hermanando, creando redes y sinergias entre los diferentes poblamientos y sensibilidades del municipio y la isla. Amamos nuestra tierra y lo demostramos no solo con palabras sino con cada gesto, con cada pincelada, con cada papel que recogemos del suelo. 

Isla de Ferro. Seguimos haciendo pueblo, haciendo isla.

El proyecto que lleva 20 años trabajando un discurso propio sobre la poética de los colores insulares ha dado un pequeño gran paso con esta apuesta del Ayuntamiento de La Frontera por la participación ciudadana como estrategia para conseguir un cambio de ciertas actitudes en la comunidad. Esta dinámica participativa quiere convertirse en un ejemplo para el resto de pueblos de El Hierro y Canarias de que solo la institución y los vecinos caminando juntos podemos cambiar algunas cuestiones y actitudes sobre la realidad y las problemáticas en relación de convivencia del humano con el  paisaje natural y urbano.

Estamos felices de anunciar que seguimos sembrando ilusión y esperanza en otros rincones de nuestra querida y amada isla. Como el viento que esparce las semillas por nuevas tierras, extendemos nuestras raíces  tejiendo sueños e ilusión junto al Ayuntamiento de Valverde. Un plan estratégico para trabajar la misma dinámica con una estructura adaptada a la idiosincracia de cada pueblo, siendo los poblamientos  de San Andrés, Tiñor, Isora, las Rozas ( Azofa )  y La Villa de Valverde los protagonistas de este  primer paso para dignificar juntos nuestros huertos, caminos, pueblos y barrios. 

Estas palabras son un llamado a aportar su grano de arena a todos los que sienten una responsabilidad con el territorio mas allá del hecho mismo de habitarlo, a todos los aman esta tierra, a todos los que creen en el poder de la comunidad y la importancia del espacio mas democrático que existe, lo público, a los que saben que un pueblo no es solo un lugar en el mapa, sino un sentimiento compartido que se hace mas fuerte y verdadero en la medida que tiene la capacidad de involucrar a todos los estamentos que lo componen. 

“La Frontera Activa. Haciendo pueblo”.

Aprovechando este artículo me gustaría aprovechar para invitarles a tod@s a la presentación del material audiovisual que durante seis meses ( 2024 ) mostró las dinámicas y valores del proyecto de participación ciudadana  “ La Frontera Activa. Creando Pueblo “ ( viernes 21 de febrero a las 20:30 horas ). En este relato visual mostraremos el antes y el después, el ayer y el hoy del municipio, conoceremos el significado y los valores  de este proyecto de ilusión y amor por nuestra tierra. Descubriremos  la belleza que siempre estuvo ahí, esperando ser mirada con nuevos ojos. La proyección del video  tendrá lugar en el salón Multidisciplinar de Merese, acabará con la actuación del Grupo Musical de La Frontera  y un vino.  O dos.

Seguimos haciendo pueblo, haciendo isla.

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Crónicas pretéritas: El camino de Jinama, pronto estará listo para ser transitado, después de las obras de restauración que ya se están ejecutando en el mismo

Por Donacio Cejas Padrón.

Las autoridades de nuestra isla anuncian que ya se están ejecutando las obras de restauración del Camino de Jinama para solucionar los daños causados por unos desprendimientos  ocurridos hace algún tiempo. Así pronto podrá reanudarse la circulación por el mismo, y a su vez se podrá subir el  día del traslado de La Virgen de Los  Reyes de Frontera a San Andrés,según se acostumbra en  días de  La Bajada de La Virgen.

El Camino de Jinama, fue una obra colosal para los tiempos en que se construyó, que yo calculo que sería  entre los años mil setecientos y mil ochocientos, aunque la verdad es que yo no he podido conseguir la fecha precisa de su construcción, pero si se demuestra que fue una obra de ingeniería muy importante, tanto su trazado, como su realización, me dice mi hijo Donacio, arquitecto de profesión, que está sabiamente construido por el único sitio por donde podría hacerse de acuerdo a los elementos bastante rudimentarios con que se contaba entonces, sus calzadas muy bien trazadas y empedradas salvan los desniveles con gran maestría y han permitido durante siglos el tránsito de personas y bestias cargadas, siendo esa vía la más importante de la isla, que teóricamente arranca en Sabinosa y termina en El Puerto de La Estaca. 

Sin tener yo ni el más mínimo conocimiento sobre la materia, si es verdad que siempre me ha admirado esa obra tan singular, pues si bien hay también otras vías de salida de El Golfo para las partes altas de la isla, como El Risco de La Peña, El Camino de Las Naranjas, también llamado Camino de La Cumbre, y  El Risco de Sabinosa, cierto es, que el de Jinama ha sido siempre el más transitado, y seguramente el más cómodo para el traslado de animales domésticos, en las llamadas Mudadas tan arraigadas en esta isla.

Mi primer contacto con este camino fue en 1950, cuando vi a mi madre y otros familiares emprender desde La Plaza de Candelaria, junto a otros vecinos, y oírlesdecir que subían a “ver a Franco”. Esa es la primera imagen que tengo grabada en mi mente de  niño  lo que era subir el risco,  y también ver pasar por mi casa de El Hoyo una camilla con un hombre enfermo que lo llevabana hombros para Valverde al médico, para lo que se reunían los vecinos, creo que el enfermo era D. Ángel Hernández, un vecino de Los Llanillos, me pareceque ese fue el último traslado de esa manera, o por lo menos no recuerdo yo ningún otro, seguramente ya empezaron a haber algunos camiones que si bien la carretera no llegaba hastalos pagos de El Golfo, si se acercaban bastante, primerollegaban hasta Las Casetas, y más tarde hasta El Parque, esasestacionesestuvieron operativas algunos años,en ellas se embarcaban en  los camiones que venían de Valverde las mercancías que eran subidas desde abajo en bestias, mulas sobre todo, lo que más se exportaba era vino, queso, duraznos e higos pasados, y las mismas bestias bajaban los  artículos que los comerciantes importaban de las islas  mayores. 

Mientras los correillos operaban en Punta Grande, los productos principales de exportación eran trasladados a Punta Grande en  bestias, e incluso algún carro tirado por bestias, pero al dejar de  venir los barcos a El Golfo y La Restinga en 1,933, había que subir todo lo exportable en bestias hasta Jinama, donde la carretera llego en 1934, me cuentan qué había más o menos quince bestias subiendo diariamente el Risco, entre los llamados arrieros se recuerda a D. Luis  Barrera, a D. Esteban Padrón, el joven Alfredo González, Indalecio el hijo de D. Felix Lima, y varios más, que también hacían de taxistas  subiendo en sus bestias  a los viajeros que requerían sus servicios.

Igualmente importante era el trasiego de vecinos de los pueblos altos de la isla, que bajaban a El Golfo a atender sus propiedades en su mayoría viñas, que requerían a lo largo del año diversas atenciones, desde las cavas y podas en los primeros meses del año hasta las vendimias en septiembre y octubre.

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Tal circunstancia, de que la mayoría de los vecinos tenían propiedades en las dos zonas de la isla, la baja El Golfo y la alta San Andrés, Isora, El Pinar, Guarazoca, Valverde, etc. hacía necesario las mudadas de gran mayoría de las familias, que casi todos tenían viviendas en las dos zonas, y por eso el Risco de Jinama era tan importante, pues era la via natural para poder realizar las citadas mudadas, que comprendían además de los enseres de la casa, también los animales domésticos, vacas, cabras, el cochino, las gallinas etc., a veces esas mudadas se hacían en varios días, pues no era fácilel traslado de los becerritos, los cochinos etc. en un solo día, y había que dejar a los animalitos descansar para al otro día reinicias de nuevo el camino, recuerdo que la cuadra de mi abuelo era con frecuencia solicitada porlos vecinos sobre todo de Los Llanillos para esos menesteres.

Era, por lo tanto, el camino de Jinama la arteria principal para la comunicación entre los pueblos de nuestra isla, y la verdad es que yo siento que no se le ha guardado el merecido a esa importante vía, yo siempre he clamado porque el trozo del recorrido entre La Plaza de Candelaria, al menos, ha debido adecentarse y cuidarse para que quede testimonio de su pasado, seguramente ese trozo de calzada entre La Plaza y El Pino, será sin duda la mejor trazada en nuestra isla, las lajas basalticas limadas por las herraduras de las bestias que durante siglos la transitaban, merecían ser resguardadas para el disfrute de las generaciones futuras, pero de forma indolentee irresponsable fueron sepultadas bajo una capa de asfalto, sin tener en cuenta para nada su valor patrimonial, yo sueño, y por ello lucho y lucharé porque algún día alguna autoridad que ame de verdad a su tierra promueva una acción reparadora y descubra las preciosas piedras de aquella calzada, y sean acondicionadas sus paredes, tal y como se está haciendo en otros pueblos de la isla, da verdadera alegría y regocijo contemplar las obras que se están haciendo a la entrada del  pueblo de El Pinar que pronto le darán un aspecto nuevo  a su importante vía de entrada, así se construyen y mejoran los pueblos de nuestra isla, por el contrario, en El Golfo, siempre a la cola en la mayoría depromociones, se observa una actitud pasiva e indolente de las autoridades, no se ha logrado que entre Las Puntas y Los Mocanes haya por lo menos una acera para el paseo de los vecinos, lo mismo entre Tigaday y La Plaza, el trozo de carretera entre Las Puntas y La Cooperativa,en el cual en su día se plantaron unas bonitas palmeras, ahora están a punto de secarsepor falta de riego y cuidado, da dolor contemplar sus ramas caídas por el suelo  dando un aspecto de orfandad e indolencia, los males de nuestro pueblo vienen de viejo, por lo menos desde cuando se permitió que un sacerdote sin vergüenza destrozara nuestro retablo  principal en la Parroquia, privando a nuestro pueblo de una joya de la ebanistería canaria, digo sin sonrojo que si yo hubiese estado aquí, no lo hubiese permitido, después se dejó destruir las bodegas de D. Matias y de D. Francisco, las mejores de la isla con sus respectivos lagares, recientemente se dejó destruir el bonito Mirador de Jinama construido en 1,965, para en su lugar construir unadefesio  que es la afrenta del lugar, me pregunto yo, cuáles técnicos o miembros de la comisión de patrimonio insular permitieron tal barbaridad, y porque no se complementaron ambas edificaciones, porque había que destruir una que estaba perfectamente identificada conel paisaje y el lugar,para sustituirla por algo que es un insulto a la profesión de los arquitectos, dicho esto por expertos profesionales de la materia, el polideportivo duerme el sueño eterno de la incompetencia y dejadez, y así sucesivamente, mientras algunos alumbrados han gastado enormes cantidades de dinero en rescatar vestigios de los guanches que en muchas ocasiones tienen más de leyenda y fanatismo estérilinteresado que rigor científico.

Corren verdadero peligro los vecinos  de Frontera cuando se aventuran a caminar entre Tigaday y La Plaza de Candelaria, por falta al menos de una acera, hay cosas en nuestro pueblo que no se entienden, como por ejemplo que el trozo de carretera próximo al Pozo de La Frontera, siga sin asfaltarse y esté con piso de tierra como cuando se construyó esa importante obra, seguramente entre las más importantes de El Golfo hace decenas de años. 

Cosas de la vida.

En el camino de la historia: Entre la farsa y la incertidumbre

Por Juan Jesús Ayala.

Cuando la farsa no camina por sí sola sino por la inercia del ridículo  y, además, se acompaña en su tránsito por el maridaje de la incertidumbre donde el desconocimiento y la duda que ofrecen los silencios sobre acuerdos que se toman, podemos decir que  se ha sobrepasado la íntima esencia de la identidad y respeto hacia los pueblos. Y un día nos acostaremos aferrados a Europa que le dio a Zeus tres hijos, pero se cansó de parir y nos levantaremos formando parte de un mundo pleno de interrogantes donde los puntos de orientación geográfica permanecen  dislocados, ignorando donde está occidente, oriente, el  Far West americano, la plaza de Moscú  o la gran muralla china.

Habrá que reconocer que ha nacido una nueva forma de acción o de envite por los que están en la jugada que son, EE. UU., China y Rusia y el comodín pudiera ser Europa. Cuestión esta última que aún está  por ver porque de momento no tiene cartas con las que poder jugar ni siquiera como las que tienen marcadas los otros componentes del juego que se han apropiado desaforadamente de las reglas y cuando se les había cogido las señas  y se podía tener respuesta a las preguntas cambiaron el guiño, emprendiendo un nuevo rumbo, ahora hacia  los reinos de Bahía.

Todo vale, hasta el martirio y el esfuerzo que se pueda hacer por una Europa débil que se ha hecho el harakiri mediante regulaciones de Directivas y más Directivas mientras otros las desregulaban en un escenario donde no vale la  jugada elegante  con la que todos  salgamos ganando, solo servimos  hasta que nos cansemos de estar de pie y ser miradores en el corrillo que se ha formado   alrededor de los que tienen los triunfos donde nada de lo que vemos por las señas que se hacen tiene que ver  con la verdad donde la farsa domina y la incertidumbre agobia.

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Lo que nos hace recordar al filósofo y sociólogo francés, Jean Baudrillard, que ya tiempo pronosticó que con la desregulación la idea de libertad está borrándose de las costumbres y la mundialización está en disposición de abarcar un máximo de constricciones y restricciones equivalente a una sociedad fundamentalista como si el sistema mundial realizara un repliegue estratégico ante una revisión desgarradora de sus valores.

Todos los imperios han tenido a lo largo de su historia  fecha de caducidad y otros como el norteamericano está en crecimiento desde comienzos del siglo XIX con finiquitudimprevista; el ruso lo  cuestionó la Perestroika de Gorbachov y lo ha apuntalado Putin; y la muralla china aún no ha concluido y bastante ha tenido que ver desde el laboratorio de la ciudad de Wuhan con enviarnos el  Covid- 19 que puso al mundo al borde de toda clase de quiebras. Y Europa cansada, sin “UNIÓN”, ausente de reflejos, envuelta en su manto de exquisita cultura  de una civilización  dominante,  se ha quedado  ante esta nueva farsa a verlas venir sin apenas  capacidad de reacción.

Y cuando los imperios,  aumentan por ejercer  dominio allí donde el negocio sea positivo aunque sea a costa de destruir economías  paupérrimas y manden a la miseria a sus poblaciones,  lo celebrarán como si fuera una epopeya victoriosa mientras que otros, solo  entonarán una endecha a una sociedad confiada,  donde el camino más claro es la oscuridad de la incertidumbre, y por supuesto es el menos rentable en este nuevo juego que nos han presentado, Trump, Putin y Xi Jinping que son los  que reparten las cartas de la baraja y conocen perfectamente las señas de este  nuevo envite.