Redacción/El Cabildo de El Hierro ha concedido una ayuda directa de 60.000 euros, a la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, destinada al equipamiento de un hospital materno-infantil en los campos de refugiados Saharauis de Tinduf, dentro del proyecto “Esperanza” de este colectivo, para garantizar la atención neonatal.
La ayuda también contempla la formación continua del personal sanitario local.
Según ha informado el Cabildo, el objetivo de esta aportación económica es ayudar a este colectivo en sus fines humanitarios para estrechar lazos con el pueblo saharaui, con gran implantación social en El Hierro. La aportación económica se destinará a la compra de equipamiento médico moderno y proporcionar servicios de atención especializada, para el hospital nacional materno infantil, para disminuir las tasas de mortalidad así como, garantizar un parto seguro y atención neonatal de calidad, garantizar que todas las mujeres embarazadas y niños en la comunidad de refugiados saharauis tengan acceso equitativo a servicios de atención materno-infantil de calidad, independientemente de su situación socioeconómica. Asimismo, pretende fomentar la conciencia comunitaria sobre prácticas de salud preventiva, como cuidado prenatal, inmunización, y prácticas de higiene, para mejorar la salud general de la población.
El intercambio entre la población de El Hierro y el Sáhara Occidental ha estado marcado por una solidaridad que trasciende las fronteras geográficas y culturales, a lo largo de la historia, estas dos regiones han compartido vínculos de apoyo mutuo, especialmente en momentos de dificultad y necesidad. Durante el siglo XX, cuando El Hierro experimentó una emigración significativa debido a la escasez de recursos económicos, muchos herreños buscaron oportunidades laborales en el Sáhara Occidental, donde encontraron un terreno fértil para establecerse y contribuir al desarrollo de la región, se recuerda en la Resolución de esta concesión de ayuda directa, explican desde el Cabildo.
El presidente insular, Alpidio Armas, recuerda que en el Sahara Occidental, estos emigrantes herreños se integraron en la vida cotidiana, compartiendo experiencias, tradiciones y contribuyendo al progreso de la región a través de su trabajo en sectores como la pesca, la agricultura y la construcción.
“Esta relación de solidaridad entre El Hierro y el Sáhara Occidental es un ejemplo de cómo las comunidades pueden unirse más allá de las fronteras para apoyarse mutuamente en tiempos de necesidad y construir lazos duraderos basados en el respeto, la empatía y la colaboración”, señala Armas.