Redacción/La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha emitido hoy, el Aviso amarillo de riesgo para la salud por previsión de Altas Temperaturas del 23 al 27 de agosto, en los municipios de El Pinar y La Frontera.
Se prevé un umbral de temperatura de 31 grados en estos municipios herreños los próximos días.
Según ha informado, la Dirección General de Salud Pública tiene establecido un sistema de vigilancia epidemiológica del impacto de las altas temperaturas sobre la salud de la población, coordinado con los centros asistenciales y de urgencias de Canarias, así como el aviso a dichos centros y a los ayuntamientos afectados de la previsión de situaciones de alerta.
Las zonas de meteoSalud en Canarias con sus correspondientes umbrales de temperaturas cuya superación puede activar los avisos de riesgo son:
En la isla de Tenerife: zona metropolitana (31º C), Zona norte (32º C) y zona Sur, Este y Oeste (34º C).
En la isla de Gran Canaria: Zona Norte – capital (32º C), Cumbres de Gran Canaria (33º C), y Zona Sur, Este y Oeste (34º C).
En la Isla de La Palma: Cumbres de La Palma (35º C), Zona Este (30º C) y Zona Oeste (35º C).
Las zonas restantes coinciden con las del territorio insular de: Lanzarote (34º C), Fuerteventura (34º C), La Gomera (33º C) y El Hierro (31º C).
Niveles de riesgo:
El nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo.
El nivel 1 (amarillo), de bajo riesgo.
El nivel 2 (naranja), de riesgo medio.
El nivel 3 (rojo), de alto riesgo.
Recomendaciones ante altas temperaturas
La vulnerabilidad a las altas temperaturas incluye factores de riesgo personales: como ser mayor de 65 años, lactantes, gestantes, etc.; ambientales, locales (personas sin techo, deportistas, sobre todo, senderistas) y laborales, entre otros. Las recomendaciones dirigidas a la población vulnerable, especialmente son:
Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite.
Reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice.
Evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Prestar especial atención a: bebes, menores, mujeres embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardiacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol). Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor.
Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
No dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas).
Consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
Ingerir comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).
Mantener las medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.