Redacción/El Ayuntamiento de El Pinar de El Hierro ha adjudicado las obras de saneamiento y drenaje en varias calles del pueblo de El Pinar, con un presupuesto de 1.121.646,49 euros, cofinanciados por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, el FDCAN y el Consistorio piñero.
Los trabajos tienen un plazo de ejecución de ocho meses.
Según ha informado el consistorio, el proyecto contempla la construcción del “Colector Cinco”, una infraestructura de saneamiento que comienza en la calle Manuelvas, y que conectará a la red de aguas residuales de la calle Travesía del Pino. Desde Manuelvas, continúa por Temanacén hasta la calle La Plaza, donde se integra con la red ya construida en la calle La Paz.
“Además, los trabajos permitirán instalar una red independiente de drenaje pluvial para canalizar el agua acumulada en la calle Travesía del Pino, concretamente al final de la zona de El Granadillo. Esta red con el agua de la lluvia seguirá el mismo trazado hasta desembocar en el Barranco de La Vieja, al que se enviará, también, las aguas de la calle La Paz”, según explica el concejal de Obras, Juan Díaz.
Las obras están cofinanciadas por el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, con una aportación 300.000 euros, el Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN), a través del convenio de colaboración entre el Cabildo de El Hierro y el Ayuntamiento de El Pinar de El Hierro, con 708.424,70 euros, y 113.221,79 euros de fondos propios del Ayuntamiento de El Pinar de El Hierro.
El alcalde de El Pinar, Juan Miguel Padrón, ha señalado que la construcción de la red de saneamiento es una prioridad del grupo de gobierno y reafirma el compromiso del Ayuntamiento de seguir apostando por proyectos que favorezcan el bienestar de la ciudadanía y la protección del entorno natural.
“Poner en marcha una red de saneamiento completa requiere tiempo y recursos. Aunque las obras pueden generar molestias entre los vecinos y vecinas, son necesarias para la mejora de los servicios públicos y tienen un impacto positivo en la economía insular, al representar grandes inversiones que revierten en la economía local, especialmente en el sector de la construcción”, señala Brito.