Por Donacio Cejas Padrón (2001).
Mi condición de emigrante por largos años en Venezuela me reclama de vez en cuando y me hace rescatar vivencias de aquellos hermosos y ya cada vez más lejanos años vividos en aquel inmenso país, en mi caso al Sur de este en Ciudad Guayana, una moderna y pujante ciudad asentada entre los Grandes Ríos Orinoco y Caroní que la condicionan en todos los órdenes de la vida.
En el aspecto económico principalmente porque El Orinoco es navegable hasta allí para barcos de gran calado que suben por sus aguas a cargar minerales, especialmente Hierro y Aluminio que abundan en aquella zona llamada también "Zona del Hierro" recuerdo cuando llegué allí hace ya más de treinta años, la dulce sensación que me producía oír la palabra “Hierro”. A la vera del Orinoco se fueron instalando grandes empresas para procesar los minerales, recuerdo especialmente Sidor, donde llegaron a trabajar algo más de veinte mil personas, se encarga esta empresa de procesar el mineral de hierro procedente de los yacimientos del Pao y Ciudad Piar que llegaban hasta ella por líneas de ferrocarril, era un hermoso espectáculo contemplar estos vehículos de gran cantidad de vagones bajando el Cerro Bolívar cargados con muchísimas toneladas de mineral, utilizando un particular sistema de frenado de muy alta tecnología que habían llevado allí Las Compañías Americanas Concesionarias de la explotación. En estas empresas tuve la gran alegría de encontrar trabajando en ellas algunos herreños como Miguel Mérida Barrera, Pablo Armas Padrón y una joven médico, nieta de D. Armando, e hija de D. Paco y Dª. Juanola Padrón.
La Zona del Hierro pareciera que fue privilegiada por Dios, pues la dotó de todos los elementos necesarios para un desarrollo industrial, pues además del Hierro, Aluminio, Oro, y otros minerales, también la dotó de la gran masa de agua que se necesita para el funcionamiento de tan grandes complejos industriales y que se nutren del Orinoco, se complementa con la facilidad para obtener energía del Caroní que a lo largo de su curso tiene construidas tres Centrales Hidroeléctricas las cuales producen casi toda la energía que requiere todo el país, incluso exporta hacia Brasil por una línea que atravesando gran parte del Estado Bolívar llega a Boavista y la surte también de electricidad.
A Ciudad Guayana, Puerto Ordaz, llegamos allá por la década de los sesenta gran cantidad de emigrantes, de muchas nacionalidades y orígenes, todos es busca del ansiado puesto de trabajo, y todos allí lo encontramos, años después se crearon Centros Sociales. Para Italianos, Portugueses, Gallegos, Canarios, etc. y esos Centros sirvieron para dentro de la innegable y necesaria integración en la ciudad.