Redacción/El diputado del Grupo Nacionalista Canario (CC-PNC-AHI), Narvay Quintero, ha presentado una Proposición No de Ley, que defenderá próximamente en el pleno del Parlamento, para que el Silbo Herreño sea declarado Bien de Interés Cultural y que su enseñanza se incluya en las escuelas de la isla.

Según se expone en el desarrollo expositivo de la PNL, la primera constancia que se tiene de la existencia del silbo herreño data de 1891, cuando el francés Joseph Lajard habla de un lenguaje silbado usando «El lenguaje silbado de Canarias», en el «Bulletin de la Société d`Anthropologie' de Paris, II». Anteriormente  cuando René Verneau menciona la comunicación con el silbo en El Hierro, pe. Sin embargo, la primera ocasión en la que se escribe algo explícito sobre este fenómeno en la isla del Meridiano sucede en 1891.

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El hablar con silbos empezó a caer en desuso en la «Isla del Merdiano» hace más de 40 años y ahora se vuelve a escuchar entre sus barrancos. Incluso en nuestros días podemos escuchar dos personas comunicándose a gran distancia por medio del silbo. Todas las indicaciones muestran que se trata de una manifestación cultural que procede de la población aborigen canaria. Hace 40 años comenzó a descender su uso; pero el Cabildo de El Hierro desde el año 2017 se ha priorizado su recuperación.

Este investigador francés hizo una simple descripción del fenómeno, sin establecer las diferencias entre ambas Islas y sin profundizar en sus características. No obstante, sus conclusiones no van nada desencaminadas, ya que establece su origen en los primeros pobladores del archipiélago, comenta que se trata de un lenguaje construido sobre la base de una lengua natural, y que en definitiva consiste en lengua española silbada con una técnica con posibilidades comunicativas muy limitadas. Fue Joseph Lajard el primero en acuñar la correcta denominación del fenómeno como el lenguaje silbado de Canarias.

En 1991, el profesor Maximiano Trapero comentó que al menos hasta ese entonces la costumbre de silbar pervivía de manera muy residual entre algunos viejos pastores de La Dehesa, zona pastoril comunal en El Hierro. Igual que ya había hecho el citado Joseph Lajard un siglo antes.

La existencia de este fenómeno también en la isla del Meridiano fue registrada igualmente por Robert Ricard en 1932, por Buenaventura Bonnet y Luis Álvarez Cruz en 1953, y por la profesora María de la Cruz Jiménez en 1993. Mención especial merece el trabajo El pastoreo en El Hierro.

La manada de ovejas, del doctor Manuel J. Lorenzo Perera, donde habla escuetamente del lenguaje silbado antiguamente usado en El Hierro como instrumento de utilidad de los pastores de la isla, tanto para comunicarse entre ellos como con los animales.

Nunca antes se había realizado un verdadero estudio del lenguaje silbado en El Hierro. Por eso en 2005 decidimos emprender este cometido, más que nada por los datos que se nos habían presentado de manera casual al hablar con algunos mayores de la isla, y tras haber leído y oído lo que hasta ahora se había pensado: que la comunicación silbada en El Hierro había desaparecido completamente hacía unos cien años.

Hace unos diez años, tras preparación previa iniciamos un periodo de entrevistas y trabajo de campo que abarcó entre 2006 y 2007, recogiendo muchos datos interesantes. Conseguimos encontrar personas que aún se acordaban y podían silbar. Al mismo tiempo, obtuvimos valiosa información de personas de edad muy avanzada (por ejemplo, de don Juan Antonio González Rodríguez, de 103 años, y de doña María Castañeda Brito, de 98, ambos ya fallecidos) que nos hablaron del silbo herreño y sus especificidades.

El silbo de El Hierro es un lenguaje sustitutivo del hablado, en este caso, del español hablado en la isla, del que posee su estructura básica. Tiene un sistema fonológico propio, independiente del que está sustituyendo.

El hablar con silbos empezó a caer en desuso en El Hierro hace más de 40 años, alrededor de 1965. Desde entonces, siguió perviviendo algo más de tiempo de manera cada vez más residual. Todavía en noviembre de 2006 escuchamos silbar en El Hierro, sin que tuviese que ver con el contexto de nuestra investigación, al tristemente fallecido en abril de 2007 Antonio Gutiérrez Padilla. No obstante, todavía son muchos los que lo recuerdan, y hay gente que sigue siendo capaz de silbar con claridad. Las autoridades de la isla están formando a los futuros educadores que trasladarán esta enseñanza a los más pequeños y, de esa forma, pervivir esta maravilla en el territorio más occidental de España.

Y agradecer a la Asociación para la Investigación y Conservación del Silbo Herreño y la asociación yo silbo, por impulsar la recuperación y el conocimiento del silbo Herreño.