Redacción/El grupo de bailarines y tocadores de El Golfo, acompañados por parejas de otros pueblos, trasladaron hoy, desde la Iglesia de La Candelaria, en el pueblo de La Frontera, la imagen de la Virgen de Los Reyes, a través del camino de Jinama, un duro ascenso de 3,4 kilómetros con un desnivel de 815 metros, hasta el mirador de Jinama, para hacer entrega de la patrona herreña al pueblo de San Andrés.
La jornada estuvo marcada por el frío, el viento y la lluvia.
Durante el recorrido, en la parada del “Mocán de la Sombra”, se pudo escuchar una “meda” a cargo de los bailarines y tocadores, un canto típico de El Hierro en el que dos personas improvisan alternativamente estrofas de dos versos octosílabos; el coro que los acompaña entona un responder, de dos versos octosílabos también, cada vez que uno de los cantores acaba su estrofa.
Tras el breve receso, la comitiva avanzó bajo la llovizna, el frío y el viento, y metros antes de alcanzar el “Mirador de Jinama”, la Virgen de Los Reyes se giró a ver por última vez el Valle de El Golfo. Allí tuvo lugar una parada, en un enclave que ofrece una panorámica del valle y sus verdes montañas. Sin embargo, en esta ocasión, la niebla reducía la visibilidad, envolviendo el paisaje en un ambiente brumoso. Poco después, en la “Raya de Jinama”, los grupos de San Andrés y El Golfo se encontraron para realizar la entrega de la imagen, un momento cargado de vistosidad y emoción que conmovió tanto a los caminantes que acompañaban a la Virgen desde la Iglesia de La Candelaria como a quienes ya la aguardaban en ese punto. Tras la entrega, se llevó a cabo un descanso para el desayuno.
La marcha continuó rumbo a San Andrés, donde a medio día comenzaron a escucharse en la calle principal del pueblo los pitos, chácaras y tambores del grupo de bailarines y tocadores de San Andrés. Desde la distancia, los ecos de la “jullona” anunciaban que la comitiva se acercaba, mientras el pueblo se preparaba para recibir a su Patrona. Cerca del Centro Sociocultural de San Andrés se hizo otra parada, donde tuvo lugar una representación teatral que narraba la llegada de la Virgen a tierras herreñas en 1546. También, los más pequeños del pueblo se unieron al homenaje bailándole a la Virgen, mientras los vecinos le ofrendaron alimentos locales, como símbolo de que nunca falte la comida en los hogares y flores silvestres, como deseo de paz entre vecinos, un cántaro de agua fresca para que brote la vida en la naturaleza y chácaras, como gesto para silenciar el sonido de la guerra. Tampoco faltaron las palabras de amor y devoción dirigidas a la Virgen de Los Reyes.
Tras ello, la imagen fue conducida hasta la Iglesia de San Andrés, que fue recibida con emoción por vecinos y visitantes al entrar al templo. Esta tarde, a las 20:00 horas, está prevista una breve procesión hasta la entrada del pueblo, como preludio de la Fiesta de San Andrés, que se celebrará mañana viernes, 25 de julio.