Por primera vez, un estudio científico muestra cómo una especie de coleóptero distribuida a lo largo de todo el gradiente altitudinal de una isla es capaz de adaptar su morfología, biología, ecología y actividad vital dependiendo de la altura a la que vive, el hábitat y de las condiciones climáticas del lugar.
Redacción/Un equipo científico compuesto por investigadores del IPNA-CSIC, IMEDEA-CSIC y GIET ha estudiado poblaciones del coleóptero endémico Pimelia laevigata costipennis en localidades situadas en todo el gradiente altitudinal de El Hierro a lo largo de un año, y han descubierto que este coleóptero endémico modula su biología y ecología para adaptarse tanto a las zonas costeras como a la cumbre de la isla, según los factores ambientales, y mantener así sus poblaciones. Con este artículo científico publicado en la revista Insects, los investigadores señalan que el archipiélago canario demuestra nuevamente ser un pequeño laboratorio que permite explorar fenómenos naturales que serían inabarcables en sistemas continentales.
Heriberto López y Manuel Nogales (Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del CSIC), Sandra Hervías (IMEDEA del CSIC), y Helena Morales y Salvador de La Cruz (Grupo de Investigaciones Entomológicas de Tenerife (GIET)) realizaron un estudio en el que tomaron medidas corporales de ejemplares de esta especie conocida como pimelia de El Hierro, y de los huevos y puestas en las hembras. Asimismo, registraron medidas climatológicas en determinadas parcelas distribuidas a distintas cotas altitudinales. Para el periodo de tiempo analizado se detectaron características ambientales muy diferentes entre las cotas altas y bajas de la isla, propiciando la existencia de dos escenarios ecológicos muy distintos para las pimelias. En las cotas bajas las lluvias son escasas a lo largo del año y las altas temperaturas aparecen muy temprano tras las lluvias invernales, de modo que el periodo anual de ambiente húmedo es corto y la cobertura de hierba en el suelo, principal alimento de esta pimelia, es escasa y dura muy poco. En cambio, en cotas altas las lluvias son más abundantes y prolongadas en el tiempo, y las temperaturas se mantienen moderadas durante más meses, lo que hace que el periodo anual de ambiente húmedo se prolongue hasta casi la época estival, permitiendo una mayor cobertura del suelo con hierbas frescas hasta casi el inicio del verano.
Estas condiciones tan diferentes han provocado que los ejemplares de una misma especie de coleóptero hayan modificado su morfología, biología y ecología dependiendo de dónde viven, para sobrevivir y perpetuar sus poblaciones de la forma más efectiva. Así, en las cotas bajas de la isla, con peores condiciones ambientales, las pimelias tienen un tamaño corporal menor y los ejemplares muestran una actividad concentrada en el tiempo, dejando de ser activos a mediados del verano. Además, su ciclo reproductivo dura unos pocos meses en invierno y primavera, durante el cual las hembras realizan puestas con un número reducido de huevos pero de gran tamaño. En cambio, en cotas altas, una mayor humedad, la temperatura moderada y la disponibilidad de hierbas frescas permiten que los ejemplares de pimelia presenten un tamaño superior y que los ejemplares se mantengan activos hasta el otoño. En este caso, el ciclo reproductivo se extiende hasta después del verano, y en él las hembras realizan puestas con un mayor número de huevos, siendo estos de pequeño tamaño. Esta plasticidad morfológica, biológica y ecológica es fruto de miles de años de evolución de esta pimelia en los hábitats que va colonizando.
En cotas bajas, donde hay menos recursos alimenticios, las hembras no son capaces de producir puestas de muchos huevos, ya que esto requiere un gasto energético considerable. Es por ello que las puestas contienen pocos huevos pero de mayor tamaño, ya que así consiguen que las larvas que eclosionen sean mayores y estén mejor preparadas para crecer en un ambiente pobre. A pesar de esto, la menor cantidad de alimento presente en cotas bajas hace que el tamaño alcanzado por las larvas sea inferior que en las cotas altas, originando adultos de talla más pequeña. En cambio, en cotas altas el ambiente es rico en alimento, lo que posibilita que las hembras realicen puestas con un mayor número de huevos. En este caso, los huevos son de menor tamaño porque no hay necesidad de que las larvas eclosionen grandes y provistas de reservas para afrontar un desarrollo en un ambiente pobre, sino todo lo contrario. Nacen en un ambiente sin problemas de alimento y pronto alcanzan una talla considerable, lo que provoca que los adultos sean de mayor tamaño que en las cotas bajas.
El artículo ha sido publicado en la revista Insects y ha sido clasificado como Feature Papers. Esta categoría incluye artículos seleccionados por el equipo editorial como representantes de la investigación más avanzada y con un potencial de alto impacto en el campo.