Agua – origen, memoria y futuro

Foto: Carola Gehrke.

Por Carola Gehrke.

El agua es la cuna de toda vida en este planeta. Cubre alrededor del 70 % de la superficie terrestre y constituye una proporción similar de nuestro propio peso corporal. Aun así, es una molécula tan diminuta que representa casi el 99 % de todas las moléculas de nuestro cuerpo.

Es el único elemento que se transforma libremente entre los estados sólido, líquido y gaseoso: un símbolo vivo del devenir constante. En cada una de sus formas lleva las huellas de la tierra, del aire y del sol.

Une lo que parece separado. Fluye por cada grieta, se entrega a su propio remolino, reposa sumergida en sí misma y desgasta la roca. Así, para el ojo atento, se convierte en una expresión de pura curiosidad, entrega meditativa, fuerza transformadora y una alegría vital desbordante.

En una isla volcánica joven y tan pequeña como El Hierro – rodeada por el Atlántico salado y, al mismo tiempo, expuesta a una creciente sequía, donde la tierra bajo nuestros pies hierve y cada temblor nos recuerda que su fuego sigue vivo y puede despertar en cualquier momento – el agua, y especialmente el agua dulce disponible, es mucho más que un simple recurso. Cada gota cuenta, cada nube significa esperanza.

Las investigaciones científicas muestran que el agua reacciona a vibraciones, sonidos, luz e incluso pensamientos, y que traduce todo ello en delicadas estructuras cristalinas.

Como un espejo claro, guarda información y se convierte en la memoria omnipresente de la vida y de su fuerza, que palpita en todo lo vivo.

Sintámonos dichosos con cada ola, con cada gota – sea salada o dulce – y recordemos todo lo que el agua puede contarnos sobre nosotros mismos y sobre la vida.

AGUA:

Soy de agua

solo agua

un punto

en el cosmos

en medio

del mar.

Soy agua

solo agua

bailando

con la luna

de ida y vuelta

de ida y vuelta

al fondo del mar.

En este momento

todavía

siempre

soy agua

solamente agua

fluyendo

lamiendo

abrazando

la tierra final.

El mar al fondo

mi nombre

no cuenta.

Soy

agua

solo agua

fría

fuerte

Fundamental.

Texto y poema (este último inspirado por la energía del agua en la Restinga): Carola S. A. Gehrke, bióloga.

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