En El Hierro: el temporal de 1918 y sus consecuencias

En El Hierro: el temporal de 1918 y sus consecuencias

Foto: John Harris Stone, Vista de Valverde (detalle), 26 de septiembre de 1883, Puerto de la Cruz, colección Sophie Baillón.

Ana Ávila*

Afortunadamente, años como los de 1917 y 1918 no están identificados en la isla de El Hierro con la barbarie de la Gran Guerra, aunque desde el punto de vista de la economía fuera una catástrofe para el conjunto del archipiélago canario, cuyas aguas serían testigos del enfrentamiento entre las potencias beligerantes. Por el contrario, fue un desastre natural lo que hizo estragos en su pequeño territorio. Como sabemos, todos los años, el agricultor y los pequeños empresarios del campo temen las aguas torrenciales y la furia del viento: anega y destruye plantaciones e instalaciones, arranca árboles y arbustos, tumba paredes... Podríamos considerar de apoteósico el que se desató entre los últimos días de diciembre de 1917 y los primeros del nuevo año, siendo el más violento el que zarandeó la isla el 3 de enero1.  La temperatura empezó a barruntar agua, con vientos al sur de intensidad variable, pero ese tercer día las lluvias arreciaron y el viento giró para el S. O. El periodo crítico fue entre las cuatro y media y cinco y media de la tarde, cuando el temporal se transformó en huracán “y arrasó cuanto encontró a su paso”. El aguacero era torrencial, de tal manera, que, al caer el agua al suelo, era simultáneamente impulsada por el viento, adquiriendo el panorama la apariencia de un océano embravecido. En realidad, afectó al conjunto de las islas occidentales, pero, al parecer, fue en El Hierro donde incluso hubo heridos, al ser desplazados por el viento, sin salvarse de sus consecuencias ninguno de sus caseríos. Nadie recordaba nada igual. 

Se habla de montes y sembrados destruidos, de milenarios árboles arrancados de cuajo, de cosechas perdidas. Abundando las casas pajizas y las tejadas, no es extraño que el colmo y las tejas fueran lanzados por los aires, incluso hubronadas impactaron en viviendas vecinas. Quienes precisamente estaban tapando sus precarias casas o asegurando esas cubiertas, eran desplazados con grave peligro para sus vidas. Galerías y escaleras de casas de mayor entidad constructiva también se vieron afectadas, teniendo que socorrer a sus dueños por las ventanas. Así pues, “centenares de familias” se quedaron con sus casas deterioradas o derruidas, muchas de ellas “en la más completa miseria”. En Valverde, los molinos de viento que trituraban los cereales, ya de por sí ubicados en la zona ventosa de las lomas de San Juan, quedaron inutilizados.

Por lo que afecta al patrimonio sacro, en Valverde, los restos del ya diezmado convento franciscano de San Sebastián quedaron dañados. Un vecino solicitó al Ayuntamiento su derribo al poner en peligro la vivienda donde vivía debido a la caída de parte de sus paredes2. Resulta llamativa esta petición, y no la de la restauración, es decir, la de conservar el bien como testimonio cultural, viniendo de parte de Francisco Ramos, pintor y restaurador aficionado, así como dinamizador de actividades lúdicas del municipio.   

Multitienda Frontera pie

   

En cuanto a la iglesia parroquial, se dice que sus puertas principales fueron destrozadas, tal es el término empleado. Posiblemente, no sea objetiva esta apreciación por cuanto las originales, del siglo XVIII, se conservaron hasta parte de la década de los ochenta del siglo pasado. Algo pudo haberse perdido del archivo parroquial, puesto que una crónica indica que su documentación se salvó “casi totalmente”, ya que la puerta de la sala que la custodiaba -suponemos que en la construcción levantada a finales del siglo XIX tras la cabecera de la iglesia- fue arrancada por el huracán arrojándola al fondo del barranco cercano. Al perder sus cristales los ventanales laterales de la capilla mayor, prácticamente quedó imposibilitada la celebración eucarística. Se podría considerar milagrosa la pequeña imagen tallada en madera de Nuestra Señora de la Concepción, titular de la iglesia parroquial, ya que no solamente sobrevivió al temporal del invierno de 2000-2001, sino al que estamos comentando [Figs. 1, 2]. Coronaba el remate bulboso de su elegante campanario (1819), elevada encima del globo terráqueo atravesado por la luna, atributo mariano, de la que sobresalen sus puntas.  Cubierta su cabeza con una corona como reina de los cielos, junta sus manos mientras el manto y la túnica parece que acompañan al viento habitual en la cúspide de la torre, mientras da la impresión de mantenerse en equilibrio sobre la redondez de la tierra. A tenor de la cronología de la pieza, probablemente sea una talla de Marcos Padrón Machín e, indudablemente, debió estar policromada, pérdida que no debe extrañar dado el clima de Valverde. Las grietas en la esfera terrestre y el desgaste en la figura son testimonios de los avatares que hemos comentado y de las inclemencias del tiempo a la que ha estado sometida. 

 Fig. 2 En El Hierro el temporal de 1918

[Fig. 1] Nuestra Señora de la Concepción, 1827, madera, 100 cm, Valverde, sacristía de la iglesia parroquial (Foto: Eusebio Díaz Fleitas).

 Fig. 2 En El Hierro el temporal de 1918

[Fig. 2] John Harris Stone, Vista de Valverde (detalle), 26 de septiembre de 1883, Puerto de la Cruz, colección Sophie Baillón.

En la ermita de Santiago apóstol - usándose por entonces, preferentemente, la advocación de Nuestra Señora de los Afligidos y de Nuestra Señora de los Desamparados-, el vendaval derribó su puerta principal, deteriorando su arco de medio punto, de cantería, así como su espadaña de madera, pero también hizo mella en las paredes.  Las crónicas especifican que el furioso huracán destruyó el campanario de la iglesia de San Andrés y la campana fue lanzada a gran distancia, afortunadamente recuperada. Se supone, por tanto, que el actual (una espadaña) correspondería a 1918, o a una fecha no muy alejada, sin embargo, no podamos precisar hasta qué punto fue el daño como para construir otro. La campana era una de las mejores de la isla, recibiendo elogios a finales del siglo XIX, seguramente por su sonoridad, lo cierto es que se consideró deteriorada y fue enviada a Tenerife para su refundición (1977). Por su parte, el temporal afectó a la techumbre de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, en El Golfo, desmantelándola, dando lugar a una situación insostenible3.

Otro capítulo correspondería a la actuación de la administración competente, el Ayuntamiento, y a las indemnizaciones solicitadas4. El citado Francisco Ramos y Félix Fuentes, concejal de la corporación insular, enviaron telegramas a la prensa de Tenerife y de Madrid, mientras que las actas de las reuniones dejan constancia de solicitudes formuladas a Ricardo Ruiz Benítez de Lugo, representante del Hierro en la Junta Regional Canaria creada en Madrid, y de su presidente, Juan de Urquía, ambos, impresionados por los efectos del ciclón. Después de apoyos verbales, el silencio.

De momento, la carestía: sin papas para comer ni para sembrar, sin queso por falta de pasto para los animales. No obstante, la miseria y la desolación irían dejando paso a la esperanza, paradójicamente, motivada por las intensas lluvias. 

 

1Crónicas en Gaceta de Tenerife, 12 y 19 de enero de 1918, en El Progreso (Santa Cruz de Tenerife), 12 de enero de 1918, en La Prensa (Santa Cruz de Tenerife), 12 de enero de 1918, y en Canarias. Revista Semanal Ilustrada (La Habana), 9 de marzo de 1918, nº 7, p. 10. 

2Libro de plenos de la corporación municipal del Ayuntamiento de Valverde, acta de 13 de enero de 1918, fol. 14 (Valverde, Archivo del Ayuntamiento de Valverde).

3Dacio Darias, “La iglesia auxiliar de Frontera”, El Deber, 5 de agosto de 1922.

4Libro de plenos de la corporación municipal del Ayuntamiento de Valverde, acta de 20 de enero de 1918, fol. 20 vto. (Valverde, Archivo del Ayuntamiento de Valverde).

 

*Profesora Titular de la Universidad Autónoma de Madrid.

Tags:

 

Don Din lateral

 

BannerVeterinaria1

 

Muebles El Placer

 

Vifel Sisten 320x71

 

 

Banner Joyeria Bazar Elvira

 

 

 

 

aytopinar

 

Ferreteria el Cabo

 

banner 1 multitienda frontera

 

Parma