Por Donacio Cejas Padrón.
Crónicas del pasado.
Mi segunda colaboración en El Hierro Digital se la voy a dedicar a la importancia que a mi juicio ha tenido y tiene el cultivo de la viña en El Valle de El Golfo, y lo hago muy gustoso tras haberse celebrado en nuestra Isla, organizadas por el Consejo Regulador, Las X1 Jornadas de La Viña y el Vino en El Hierro, que se desarrollaron en varios pueblos de la isla, dando charlas sobre distintos temas sobre este cultivo, como el control de plagas, variedades de vid cultivadas en El Hierro, viticultura ecológica, cursos de iniciación a las catas de vinos etc.
Culminaron el día 31 en el acto Institucional de la tañeña celebrado en las instalaciones de La Cooperativa del Campo de Frontera, con asistencia del Sr. Presidente de El Gobierno de Canarias D. Paulino Rivero, el alcalde de Tacoronte y Presidente de La Fundación Alhóndiga, el Sr. Consejero de Agricultura de El Cabildo de La Gomera, además de Las Autoridades Insulares y Municipales como el Sr. Presidente de El Cabildo de El Hierro D. Tomás Padrón y algunos Consejeros, el Sr. Alcalde de La Frontera D. David Cabrera y miembros de su Corporación.
Esta edición de Las Jornadas de La Viña Y El Vino sirvieron para un hermanamiento con La Isla de La Gomera, habiéndose desplazado desde allí un importante grupo de bodegueros y agricultores que se sintieron muy complacidos con el trato y las atenciones recibidas.
Hubo intervención de las autoridades presentes y todas ellas mostraron sus preocupaciones por la problemática que atraviesa el sector, pero a pesar de ello no dudaron en seguir animando a los agricultores a seguir en su labor, pues se espera que con las ayudas que se van consiguiendo, y las modificaciones que han experimentado los cultivos, en un futuro bastante próximo la viña y el vino entren en una senda positiva de progreso.
Al final de las intervenciones hubo una cena de hermandad entre los asistentes que se ha calculado en un millar de personas.
Yo quiero resaltar aquí, una vez más, que el cultivo de la viña en El Golfo ha sido determinante en la historia de nuestro Valle, desde mi más tierna infancia supe de cavas de viña, vendimias, acarreo de vino en bestias, y después en camiones, es decir que no se podrá entender la vida de El Golfo sin la presencia constante de la viña y el vino.
Conocí a los propietarios de las más grandes fincas, D. Rafael Quintero, D. Matías Castañeda, D. Benigno Armas, D. Mauro León, D. Eligio Gutiérrez, D. Virgilio Gutiérrez, D. Dimas González, D. Francisco Padrón, D. Julio Quintero, D. Cesar Padrón, D. Benito González, D. Rafael Armas, D. Juan Castañeda, D. Lucas Hernández; las Fincas de Casablanca de la familia Castañas, D. Juan Cejas, D. Julián Quintero, D. Pedro Hernández, D. Luis Barrera, D. Marcos Cejas, D. Patricio Cabrera, la Finca llamada de Los Frailes, la llamada El Higueral, la de D. Lázaro Armas… y muchas otras más que naturalmente se me han ido olvidando.
Desde mediados de diciembre empezaban las cuadrillas de cavadores de viña por la Frontera y partes bajas de El Valle y continuaban subiendo hasta las últimas en cavarse por la parte de El Monte en mediados del mes de marzo, era el invierno época de mucho trabajo en El Golfo con motivo de las cavas de viña, y por eso bajaban en las recordadas Mudadas gentes de San Andrés, Isora, El Barrio, El Pinar y La Villa a estos menesteres, que se continuaban con las jornadas de podas, permaneciendo varios meses residiendo en El Golfo.
Finalizando el verano, y después de todos los cuidados que había que dedicarle a la viña durante varios meses, comenzaban las recordadas vendimias, que también ocupaban a la mayoría de los habitantes de nuestro Valle por espacio de algo más de dos meses, pues las últimas vendimias se realizaban ya entrando octubre.
El preciado vino, producto del esfuerzo continuado de los vecinos de Frontera, y que era exportado a La Gomera, Tenerife y Gran Canaria, venía a reponer las economías domésticas de los mismos, para de nuevo repetir el ciclo anual que formaba parte de la vida de nuestros antepasados.
Quiera Dios que no se caiga en el desánimo, y con la ayuda de Las Instituciones Oficiales, la magnífica labor de La Cooperativa del Campo de Frontera y demás bodegas, el tutelaje del Consejo Regulador y otros factores coadyuvantes, podamos seguir viendo los paisajes del Valle de El Golfo plantados de las viñas tradicionales que han sido y seguirán siendo parte inseparable de nuestra cultura y manera de vivir.







