Redacción/La inauguración de la nueva sede de la Asociación Civil Amigos del Garoé, en Venezuela, el pasado 26 de noviembre, se convirtió en un encuentro de emociones, acogiendo una jornada cultural de convivencia con los herreños y sus descendientes para conocer de cerca sus situaciones particulares y familiares, donde estuvo presenta la historia de la migración.
Una jornada para compartir vivencias y conocer de cerca carencias y necesidades, según ha destacado el presidente herreño.
“Un acto para fortalecer los lazos de amistad que unen las dos orillas”, señaló Armas.
Según ha informado el Cabildo, la puesta en servicio de la nueva sede de Garoé sirvió igualmente para conocer la encomiable labor desarrollada por esta asociación para establecer la unión frente a la dispersión de la colonia herreña residente en Venezuela, y sobre todo para dar cobertura a situaciones de máxima vulnerabilidad en atenciones sanitarias y alimentarias.
Durante la jornada se desarrolló un amplio programa cultural en el que destacó la puesta en valor de la historia de la emigración a través de menciones especiales que, bajo el lema “Mujeres de Hierro” y “Hombres de Hierro”, que pusieron en valor los sacrificios de los y las emigrantes más longevos, su superación, su sufrimiento, sus experiencias, en definitiva, sus historias, las alegres y las tristes. También se dieron a conocer los galardonados del concurso “Historias de mis abuelos/bisabuelos herreños”, relatos tristes y a la vez emocionantes en los que los jóvenes plasmaron todas sus vivencias escuchadas en casa en la voz de sus mayores. Asimismo, se dieron a conocer a los niños y niñas ganadores de las postales de felicitaciones navideñas.
El acto tuvo un colofón digno de los mayores elogios, con la presentación de dos librillos, el primero con la biografía de Edilburga Cejas “Eddy”, la que fuera durante quince años presidenta de la Asociación Civil Amigos del Garoé, a quién también el Cabildo de El Hierro le realizó un improvisado reconocimiento. El otro cuadernillo presentado rezó sobre “Mujeres de Hierro II”, en el que se relatan las peripecias de aquella emigración de unas 37 mujeres entre las décadas de los 50 y 60.